Miércoles, 17 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6240.
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El Govern limita el máximo de altos cargos por razones equivocadas

Además de aprobar el proyecto de Ley del Memorial Democràtic, la reunión del Consell Executiu de ayer tenía por objeto reducir el número máximo de altos cargos de los que puede disponer la Administración a un total de 218. El objetivo de esa reducción, según el conseller que ayer se encargó de informar de los acuerdos de Gobierno, el titular de Relacions Institucionals, Participació i Interior, Joan Saura, era tener menos altos cargos que los ejecutivos de CiU que presidió Jordi Pujol durante 23 años y medio. Con Pujol, la Administración catalana llegó a tener hasta 227 altos cargos. Es cierto que, por coherencia, el tripartito tenía que situarse por debajo, porque durante todo el pujolismo cargaron contra el entonces president por el exceso de autoridades administrativas. Pero hay varias razones para considerar que nos encontramos ante una operación de imagen que forma parte de la clásica táctica de hacer oposición de la oposición. Por la vía de los hechos, las dos ediciones del tripartito han tenido menos altos cargos que los de CiU: el de Maragall se quedó en 190, y el de Montilla aún los ha recortado más, a 159. La competición es gráfica pero demagógica porque no sólo hay que ver cuántos altos cargos tiene el Gobierno sino cuáles son prescindibles y cuáles accesorios. Ayer, la propia CiU denunciaba que en las áreas que controla el vicepresident del Govern, Josep Lluís Carod-Rovira, hay el doble de altos cargos que en la época de CiU. Que el tripartito empiece ya a recurrir a hacer oposición de la oposición es un mal síntoma para su propio funcionamiento interno. Que los partidos no tengan interiorizado que la Administración debe ser tan eficiente como pueda al menor coste, es un drama para el país.

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