Valverde ya pudo ensayar el sábado frente al Barça lo que es jugar sin Zabaleta, que se perdió el derbi por acumulación de tarjetas amarillas. Entonces, Juan Velasco ocupó su lugar y mantuvo a Ronaldinho a raya, más por demérito del brasileño y de sus compañeros que por mérito propio. La alternativa a Velasco es Javi Chica, un lateral derecho que sin embargo está plenamente asentado en la izquierda, y nada hace indicar que vaya a volver a su lugar de origen.

Por lo tanto, el único recambio de Velasco es ahora Sergio Sánchez, que gracias a este inesperado percance permanecerá en el club y no irá cedido, como estaba acordado verbalmente, al Real Madrid Castilla hasta junio. De absolutamente defenestrado -y más después de sus quejas en público por su suplencia-, a recambio que jugará, con toda seguridad, una jugosa cantidad de minutos. Como si todo estuviera predestinado, Sergio se reivindicó en el momento justo ante la afición y el técnico dando la asistencia en el segundo gol del Espanyol al Barça, un preciso centro desde el flanco derecho que remató con maestría Tamudo con la testa.

Junto a Jarque, Zabaleta es el líder de la línea defensiva del Espanyol. A pesar de su juventud (21 años), el internacional argentino ha tirado de carisma, entrega y calidad -no en vano fue junto a Messi el líder de la Argentina campeona en el último Mundial sub-20- para consolidarse en el equipo y granjearse el respeto de sus compañeros, incluído el triumvirato Tamudo-De la Peña-Luis García.

Velasco, que pese a su veteranía no ha mostrado hasta el momento un nivel y constancia suficientes como para ganarse la titularidad, y que desde su llegada ha sido empleado como parche a las distintas bajas, fueran por la derecha o por la izquierda, tomará ahora una enorme relevancia en un Espanyol que, en los dos meses en que Zabaleta estará fuera, se juega sus aspiraciones tanto en la Liga -siete jornadas sin el argentino- como en la Copa de la UEFA -entre el 8 y el 15 de febrero disputará los dieciseisavos de final-.

Jônatas. Unos caen y otros vuelven, aunque no hayan estado lesionados sino, por decirlo de algún modo, adaptándose. Y encima inmersos en dramas familiares. Jônatas Domingos, el fichaje estrella llamado a sentar en el banco a De la Peña, regresó al césped en el derbi y ayer se sinceró: «Tengo que mejorar para estar como el resto de jugadores, porque no entrené mucho en Brasil. Ahora estoy un poco mejor y estoy muy contento por volver a las convocatorias».Al mismo tiempo, reconoció que debe «trabajar táctica y físicamente para estar preparado cuando decida el entrenador».

Otro de los protagonistas fue David García, quien se encuentra en negociaciones con la directiva para renovar su contrato. «No me veo con otra camiseta que no sea la blanquiazul. Soy un jugador de la casa, y mi ilusión es acabar la carrera deportiva aquí», declaró tajante. Tiempos de suplencia, no obstante, se ciernen sobre David García. Nadie duda de que Chica es, en todos los aspectos, superior a él.