Campbell admitió ante el juez Robert Mandelbaum que lanzó el teléfono a Ana Scolavino durante una disputa en su apartamento de Manhattan y que el aparato golpeó a la ex empleada aunque, aseguró, no tenía intención de lastimarla, según medios locales.

Scolavino, de origen chileno, denunció en marzo pasado a su famosa jefa y la acusó de que le había lanzado el teléfono a la cabeza, por lo que recibió cuatro puntos de sutura, informa Efe.

La causa de la airada reacción fue que la asistente no podía hallar de inmediato unos pantalones vaqueros que pedía Campbell. En noviembre pasado se conoció que la súper modelo negociaba un acuerdo con la fiscalía para aceptar su culpabilidad por un delito menor y evitar así el juicio y una posible condena que podía llegar hasta los siete años de cárcel.

Junto a la declaración de culpabilidad, la modelo ha aceptado abonar gastos médicos por un total de 300 euros a la ex empleada, hacer servicios comunitarios durante cinco días y asistir a unas sesiones de terapia para controlar la ira.

No es la primera ocasión en que Campbell, de 36 años, es acusada de maltratar o atacar a empleados. Entre ellos, Gaby Gibson, de origen rumano, la denunció el pasado año por presuntas burlas e insultos a causa de su pobre manejo del inglés. Ahora, con las clases para controlar su ira, procurará terminar con estos y otros desmanes.