Tanto el Real Madrid como el Centro Universitario Villanueva mostraron en sendos comunicados su indignación por lo ocurrido al considerar que se había violado el ámbito privado de la conferencia. Ninguna de esas notas indicó que las apreciaciones de Calderón fueran mentira. El mal ya estaba hecho y la magnitud del error provocó que por vez primera desde su salida del club saliera a la palestra Florentino Pérez para rebatir la grave acusación de su ex directivo: «Responsabilizarme de aciertos y errores sin culpar a terceros ha sido mi norma de conducta. Desde mi marcha he procurado mantener un escrupuloso silencio. Hoy, lamentablemente, debo romper este silencio. La magnitud de la mentira proclamada por Ramón Calderón me obliga a efectuar este comunicado para desmentir con rotundidad esas afirmaciones que no están a la altura de nuestro club y que me entristecen porque no es lo que hemos venido trabajando estos años. Es, por tanto, absolutamente falso que yo haya hablado con don Silvio Berlusconi ni para el fichaje de Kaká ni de ningún otro jugador, posibilidad que resulta un tanto infantil pensar que pudiera existir realmente».
En medio de este maremágnum, el club hizo pública una sanción a Capello por el gesto despectivo a dos aficionados. Fuentes del interior del club pusieron en duda que este castigo se haga efectivo en realidad.
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