Miércoles, 17 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6240.
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 MADRID
CIUDADANO M

El problema de las tallas

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Cercana ya la próxima edición de Pasarela Cibeles, que se celebrará en el parque del Retiro del 12 al 16 de febrero, los kilos y los centímetros -y, por ello, su trasunto textil, las tallas de la ropa- vuelven al punto de mira. Los lectores opinan sobre asuntos como la eliminación de las más pequeñas o la unificación para todos los establecimientos.

La solución no es retirar tallas pequeñas

Nuevamente, con la llegada de los desfiles, vuelve la polémica por las tallas y la anorexia.

Estoy totalmente de acuerdo en que traten de solucionar el problema de las tallas y el peso de las modelos. Pero creo que la solución no está en excluir de las tiendas tallas como la 32 ó 34, somos muchas chicas las que por constitución las usamos y ahora, por este debate, nos enfrentamos a la misión imposible de encontrar ropa que nos valga. Soluciones sí, pero sin llegar a ser tan extremistas, por favor.

Mila Gómez

Buena iniciativa, aunque sea incómoda

Yo soy un chico delgado, y bastante me cuesta encontrar tiendas con tallas S como para que ahora dichas tallas las aumenten. Por otro lado, creo que la medida es buena, ya que así la gente con el problema de la anorexia no se obsesionará con entrar en la ropa pequeña.

R.S.M.

Se trata de unificar las tallas

Lo que quieren es unificar las tallas, ya que lo que en una tienda es una talla 36 en otra es la talla 38 y en otra es la 40, y pretenden que a partir de ahora sea la misma talla vayas a la tienda que vayas... porque en algunas hay diferencias de hasta cuatro centímetros para la misma.

I.

Las fábricas deberían hacer todas las medidas

Estoy de acuerdo con que se controle a las modelos, ya que son la parte más visible de la moda. Pero, a pesar de que yo tengo una talla media y nunca tengo problema en encontrar ropa, tampoco me parece bien que se evite vender tallas pequeñas. La ropa está para vestir a cualquiera, sea de talla XS o XL.

Lo que deberían hacer es obligar a los fabricantes a que hicieran todas las tallas y a las tiendas a que las vendieran.

I.

Querer adaptarse a un número es infantil

Está claro que si no eres normal te tiene que jorobar.

Todos tenemos que encajar en las cuadrículas, y si te sales eres un enfermo o un pirado. Prohibido ser demasiado alto, bajo, corpulento o delgado.

Unificar las tallas está muy bien, pero creo que sólo es importante para regalar ropa o a la hora de comprar por correspondencia. Si te puedes probar la ropa y te gusta cómo te queda, ¿qué importa la talla? Vale que sirve para que en la tienda encuentren tu medida más rápidamente, pero nada más.

Vamos, que no entiendo a la gente que dice: «Yo tengo una 42», como si eso fuera algo inamovible, y en lugar de buscar ropa que se les adapte, buscan adaptarse a la ropa.

Me parece infantil, parece como si pensaran: «He engordado dos kilos y no me vale la 40, pero si me compro esa talla los kilos desaparecerán por arte de magia».

Creo que la mejor medida sería que quitaran las tallas de las etiquetas, así la gente no se obsesionaría con ellas.

K.A.

El problema es de las menos delgadas

La medida de excluir de los desfiles a las modelos que tengan un IMC muy bajo es para que no ocurran cosas como que mi sobrina, de ocho años y peso perfectamente normal, no se quiera merendar el yogur para «no engordar».

Yo uso la talla 34 y no tengo problemas para encontrar ropa que me valga. Y si no, pues me la arreglo. Además, ¡en las rebajas siempre queda esa talla! Sin embargo, la mujer de mi hermano es un poco gordita y no encuentra casi nunca la talla 44 en tiendas que no sean de tallas grandes.

Mujeres como yo de delgadas no hay muchas; sin embargo, abundan las de la 42 o incluso 44 (¡o más!). Y ésas sí que no se pueden vestir.

J.

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