MARTA MIERA. Especial para EL MUNDO
JERUSALÉN.-
El anuncio de que Israel y Siria celebraron en Europa reuniones secretas, entre septiembre de 2004 y julio de 2006, para elaborar un futuro acuerdo de paz provocó ayer una oleada de reacciones entre los altos dirigentes israelíes. El acuerdo de principio, publicado en exclusiva por el diario israelí Haaretz, que no ha sido firmado y por lo tanto no es vinculante, fue elaborado en agosto de 2005 y fue empleado como punto de partida en numerosas reuniones secretas celebradas en Europa entre estos dos acérrimos enemigos.
El más reciente de estos encuentros tuvo lugar después del comienzo de la contienda militar este verano en el Líbano entre Israel y la milicia libanesa Hizbulá. La solución, según el documento, se basa en la retirada israelí de los Altos del Golán, de unos 1.100 kilómetros cuadrados. Se trata de una meseta estratégica que domina el norte de Israel y un territorio que el Tsahal ocupó durante la guerra de los Seis Días en junio de 1967.
La fecha para el repliegue israelí del Golán fue uno de los asuntos discutidos. Mientras que los sirios exigían que se llevase a cabo en 5 años, los israelíes proponían una retirada en 15. Israel seguiría controlando las aguas del lago de Tiberíades y del río Jordán, y ambos lados de la frontera serían desmilitarizados.
De establecerse el acuerdo, Siria dejaría de apoyar a milicianos de Hizbulá y Hamas se distanciaría de Irán, una de las exigencias que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, reclama para retomar de manera pública las negociaciones con Damasco. Los contactos comenzaron hace dos años cuando el presidente sirio, Bashar al Asad, pidió al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ayuda para desbloquear sus congeladas negociaciones con Israel.
Después, mediadores europeos, representantes sirios e israelíes se reunieron en 8 ocasiones para tratar el plan con altos representantes de Damasco. Las reuniones se celebraron con el conocimiento del Gobierno dirigido por Ariel Sharon y, más tarde, por Olmert. Los contactos se suspendieron después de que los sirios reclamaran que en los futuros encuentros participasen un representante israelí con rango de director general de un Ministerio y un destacado responsable estadounidense. Israel lo rechazó.
Por su parte, el Gobierno sirio aseguró que es «completamente incierto», que hubiesen llegado a un acuerdo con Israel, plegándose así a la habitual práctica de las autoridades sirias de negar todo contacto con el Estado vecino.
|