Barack Obama aprovechó el impulso reciente del día de Martin Luther King para anunciar la creación de un comité exploratorio para las elecciones presidenciales de 2008. Aunque el anuncio oficial no lo hará hasta el 10 de febrero, el senador de 45 años, nacido en Hawai, hijo de un estudiante de Kenia y de una mujer de Kansas, plantará posiblemente cara a Hillary Clinton en las primarias demócratas y aspira a convertirse en el primer presidente negro de EEUU.
«Las decisiones tomadas en los últimos seis años y que han dejado el país en una situación precaria» y la «trágica y costosa guerra que nunca debió combatirse» han sido, en su opinión, los dos factores decisivos a la hora de dar el paso adelante. Frente a Hillary Clinton, que votó en su día a favor del conflicto, Obama condenó la decisión de atacar Irak durante la campaña que le llevó hasta el Senado. Sus detractores, sin embargo, alegan que no se desmarcó lo suficiente ni elevó su voz en los momentos críticos.
La minoría negra está también dividida sobre su candidatura por su postura tibia en los temas sociales y su silencio tras el desastre del huracán Katrina: el primer aniversario le sorprendió en Africa, haciendo ya precampaña. El lanzamiento de su libro La audacia de la esperanza ha servido para darle a conocer entre la mayoría anglo, pero ha alimentado aún más las reticencias de los afroamericanos.
«Obama: un gran peligro para los progresistas», titula en portada el último número de The Black Star News, que le acusa de ser algo así como el candidato negro de los blancos. El reverendo e irreverente Al Sharpton, entre tanto, amenaza con volver a romper la baraja de color en las primarias demócratas, mientras que Hillary Clinton podría anunciar también la creación de su comité exploratorio esta misma semana, para no perder comba.
Según una reciente encuesta de la Opinion Research Corp. para la CNN, la ex primera dama parte con un 37% de las preferencias entre los demócratas, frente al 15% de Barack Obama y el 14% de Al Gore, que ha reafirmado su intención de seguir adelante con su cruzada contra el cambio climático y ha descartado de momento la nominación para 2008.
Hasta la fecha, tres candidatos demócratas han decidido abrir sus comités exploratorios, algo considerado como el primer paso formal para recabar fondos y tantear el terreno de cara a las presidenciales. El gobernadro de Iowa, Tom Vilsak, fue el primero en lanzarse al ruedo, nada más confirmarse la revancha demócrata en las legislativas de noviembre. El progresista Dennis Kucinich, que ya lo intentó en 2004, volverá con su férrea oposicion a la Guerra de Irak como bandera. El ex senador y ex candidato a vicepresidente John Edwards también ha dado el paso al frente.
Los senadores Chris Dodd y Joe Biden, la voz más autorizada de los demócratas en política internacional, también han anunciado que se presentarán. Desde Nuevo México, el gobernador Bill Richardson (López) aspira a darle sabor hispano a la contienda. El general Wesley Clark volverá posiblemente al ataque e incluso John Kerry mantiene las espaldas en alto, pese al patinazo durante la reciente campaña.
La batalla en el frente republicano se reduce de momento a tres pesos pesados: el senador John McCain, que sigue levantando ampollas entre la derecha cristiana; el carismático ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani y el ex gobernardor de Massachusetts Michael Romney. Los tres han dado el apoyo incondicional a Bush en su «nueva estrategia» para Irak. Obama, sin embargo, fue de los primeros en desmarcarse ante las cámaras tras el reciente discurso del presidente y recordó que su oposición a la Guerra de Irak ha sido sostenida en estos casi cinco años. Obama reiteró la necesidad de plantear un «repliegue escalonado» de las tropas y «dejar que los iraquíes asuman la responsabilidad de su propio país».
El senador hawaiano, afincado durante gran parte de su vida en Chicago, copó recientemente las portadas de los tabloides con una foto playera que ha hecho por su imagen algo parecido a lo que las fotos de esquí y windsurf hicieron por Kerry. Hace unas semanas, la CNN cometió un gazapo y le identificó como «Barack Osama» (sic).