Bajo la dirección formal de Giovanni Berlinguer, el eurodiputado con más edad del Parlamento Europeo, de 82 años y ex comunista hermano del famoso Enrico, el conservador Hans-Gert Pöttering, el hombre del sistema por antonomasia, fue coronado ayer presidente de la Eurocámara.
El democristiano alemán de 61 años -casi 30 de ellos como europarlamentario- ganó con mayoría absoluta por 450 papeletas de las 689 válidas -aparte de las 26 nulas o en blanco, faltaban 70 diputados- en la primera ronda, a pesar de que había otras dos previstas y que algunos proponían hacerle sufrir un poco más. Nada más ser elegido, Pöttering, quien sustituye al español Josep Borrell, se comprometió a luchar por un nuevo Tratado Constitucional con su jefa de partido y de Gobierno, Angela Merkel, quien hoy presentará en Estrasburgo su programa para la presidencia de turno de la UE.
«La UE de 500 millones de ciudadanos necesita reformas. Debemos hacer todo lo que podamos para asegurarnos de que se conviertan en realidad», dijo el alemán, partidario de la Constitución o de una variante, aunque no contenga los valores cristianos por los que él, católico practicante, apostó como cabeza del Partido Popular Europeo en la Eurocámara. «Como presidente del Parlamento tengo que representar la posición mayoritaria, que no es idéntica a la posición que he venido defendiendo», explicó el nuevo presidente, maestro de la institucionalidad y el consenso comunitario. Lo importante, según Pöttering, es llegar a un «compromiso», probablemente sobre un mini-tratado, para acabar con el bloqueo de la UE tras el rechazo de la Constitución en Francia y Holanda.
Mientras el nuevo presidente promete independencia ideológica, su grupo se queda en manos de Joseph Daul, un agricultor francés que ya ha sembrado dudas antes de empezar. El hasta ahora presidente de la Comisión de Agricultura en el Parlamento está siendo investigado desde 2004 por la Fiscalía de París por el desvío de indemnizaciones para financiar un sindicato ganadero que él presidía en los 90.
«Nunca toqué ni un céntimo», aseguró Daul en su primera rueda de prensa como líder de los populares. El escándalo de 16 millones de euros afecta a varios ministros franceses, pero Daul, de momento, sólo «coopera con la investigación». El juicio no se espera hasta mayo, tras las elecciones francesas, aunque el eurodiputado, defensor de Nicolas Sarkozy, podría usar su inmunidad parlamentaria para evitar el trance.
Algunos diputados aludieron en la sesión de ayer a estas sombras, aunque «todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario», como comentó Jens-Peter Bonde, euroescéptico danés que también optaba, de manera simbólica, a la Presidencia del Parlamento. Los candidatos alternativos, que se presentaban para protestar contra el pacto entre populares y socialistas para repartirse la presidencia de la Cámara en los cuatro años de legislatura, aprovecharon la ocasión para criticar el baile del Parlamento entre sus tres costosas sedes, Estrasburgo, Bruselas y Luxemburgo, el exceso de votaciones sobre temas que no le competen al Hemiciclo comunitario o la oscuridad de sus debates.
«El año pasado hubo más de 500 votaciones», se quejaba Bonde, portavoz de la campaña Fair Chair para reformar el Parlamento, por ejemplo, con una sola sede. La verde Monica Frassoni, que quedó en segundo lugar con 145 votos, también insistió en que la Eurocámara debe atreverse a organizar debates incómodos que le atañen, como la multiplicidad de ciudades que acogen sus reuniones. El nuevo presidente, siempre correcto, contestó a todas las demandas que defenderá los intereses del Hemiciclo con «objetividad».
El líder de los socialistas, Martin Schulz, felicitó de la forma más personal a Pöttering, quien no conoció a su padre, muerto en la II Guerra Mundial antes de su nacimiento: «Hoy tu padre estaría orgulloso de ti», le dijo Schulz, también alemán.