Siempre habrá una batalla diaria entre los que quieren que las cosas cambien y los que quieren mantener el statu quo (Gerry Adams)
OPINION
Impresiones
La agresividad de Rajoy dio oxígeno a Zapatero
Si ayer decíamos en estas páginas que Rajoy se había equivocado al usar un tono demasiado agresivo en el debate, el sondeo de Sigma Dos que hoy publicamos revela que ésa es precisamente la opinión de la mayoría. Apenas un 32% de los encuestados considera que el líder del PP fue quien ganó el debate frente al 41% que piensa que el vencedor fue Zapatero. Según el sondeo, Rajoy no fue ni el más convincente ni el más brillante ni el mejor comunicador. Por el contrario, los ciudadanos lo percibieron como el más agresivo y el más demagogo. Los populares deberían reflexionar sobre lo que ocurrió el lunes. Rajoy llegaba al debate con todas las cartas en la mano: podía presentar a los ciudadanos su bagaje de coherencia y sentido común frente a un presidente en horas bajas obligado a variar el rumbo en su proyecto más importante. Sin embargo, y pese a que tenía mucha razón en el fondo, su pose de político inflexible e implacable -que tampoco se corresponde con su temple moderado habitual- se ha revelado como una estrategia errónea. En lugar de hurgar con tanta reiteración en las heridas de Zapatero, Rajoy debería haber empleado más tiempo del debate en emplazarle -y ayudarle- a rectificar. El camino elegido logró lo contrario de lo que quería y se convirtió en un auxilio inesperado -e injusto- para el presidente.