Miércoles, 17 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6240.
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 OPINION
Obituario / PETER KLEINOW
Uno de los más admirados 'mercenarios' de la música
Tras triunfar como guitarrista de los Flying Burrito Brothers, fue reclamado para tocar junto a casi todas las luminarias del rock
JULIO VALDEON BLANCO

Peter Kleinow, miembro del legendario grupo de country-rock, Flying Burrito Brothers, ha muerto en Petaluma (California) a la edad de 72 años, como consecuencia del Alzheimer que padecía desde hacía varios años. Reconocido creador de efectos especiales, dibujante en películas de animación, su faceta de músico fue la que le granjeó un hueco en los panteones de la cultura popular. Guitarrista dúctil, elegante y sobrio, ejerció gran influencia y ayudó a consagrar la pedal steel guitar, prototípico instrumento country, en el circuito rock.

Conocido como Sneaky Peter, Kleinow trabajó de joven como animador en televisión y en numerosas películas de serie B; algunas, como Las Maravillosas aventuras de los Hermanos Grimm, todavía aglutinan la admiración de un núcleo duro de fanáticos. Tras pasar por los estudios Kleinow, recorrió los bares californianos de finales de los 60, un hervidero de músicos, escritores, hipsters y hippies, colgados de toda índole, profetas alucinados y celestiales adolescentes en plena efervescencia del ácido, la guerra de Vietnam, la naciente psicodelia y las aproximaciones del rock hacia otras culturas, tanto extranjeras (los Beatles en la India, animados por George Harrison) como internas, (los Byrds y su obra maestra Sweet heart of the rodeo, donde abrazaban el country).

Kleinow tocó en decenas de garitos anónimos, puliendo su estilo en maratonianas sesiones repletas de ingenuidad y fervor. Serían los Byrds quienes, deseosos de reproducir en directo el sonido de su nuevo disco, contrataron al joven guitarrista. Cuando, poco después, Chris Hillman y Gram Parsons abandonaron el grupo, llamaron a Kleinow para ingresar en un nuevo combo, los Flying Burrito Brothers.

El grupo apenas duró año y medio. Cocinó dos discos mágicos entre pasote y pasote de sus dos jefes. En la estela de su música, y de la que Gram facturaría hasta su prematura muerte, han vivido generaciones de músicos, desde los indigestos Poco hasta los previsibles Eagles o los radiantes, memorables Rolling Stones de Dead flowers o Wild horses, medios tiempos matadores que Keith Richards comenzó a escribir animado por su amigo y socio Parsons.

Quizá receloso tras las turbulencias vividas junto a compañeros tan anárquicos, autodestructivos y geniales, Kleinow optó por reconvertirse. Pasó de tocar en un grupo seminal, como parte activa del nucleo donde germinaban las ideas, a músico de lujo, un francotirador que cobraba por prestar su guitarra en discos ajenos a tanto la pieza. Ganaba más y había menos riesgos.

En su nueva faceta de sesionero fichó como secundario junto a muchas de las luminarias del rock. John Lennon, Frank Zappa, Jackson Brown, Leonard Cohen, Joe Cocker, Gene Clark, Joan Baez, los Bee Gees, John Cale, Linda Ronstadt, Joni Mitchel, Billy Joel, Sly and the Family Stone o los Eagles fueron algunos de los astros que reclamaron sus servicios. La nómina muestra a las claras el prestigio que Kleinow había logrado; ejemplifica, de paso, el recorrido artístico de tantos instrumentistas, mitad virtuosos mitad empresarios de si mismos, pulsando las cuerdas al ritmo de las chequeras más sabrosas.

Tampoco debe tomarse como crítica. Los músicos mercenarios resultan imprescindibles. Cimentan las cabalgadas de los Parsons, Tom Waits o Dylan. Sólo en un contexto de absoluto respeto por la creación, con un público numeroso y un potente entramado industrial, puede florecer la figura del instrumentista hipercualificado. Kleinow, por ejemplo.

Peter Kleinow, guitarrista, falleció el 6 de enero de 2007 en Petaluma (California), a los 72 años de edad.

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