El portavoz parlamentario de Convergència i Unió (CiU), Felip Puig, entrelazó la sorna y la aspereza para recordar a Josep Lluís Carod-Rovira que su cargo en el Govern es el de «conseller de la Vicepresidència», y no el de vicepresidente.Utilizó ese dato como metáfora de la «humillación personal» que supone para el líder de ERC su situación en el remozado tripartito.
Puig afirmó que Carod es un vicepresidente «ficticio en las formas y en el fondo», y alegó que la misma figura, dentro del Govern, es un «menosprecio al Estatut», porque el texto, que sí consagra las funciones del conseller primer, no habla del vicepresidente.El portavoz de CiU la considera, por ello, de una «clara españolización», y recordó que «se ha tenido que anunciar la aprobación de una ley» para subsanar la situación.
En el mismo sentido, Puig echó en cara a los independentistas de ERC que «hayan renunciado» a su proyecto para Cataluña desde que dieron apoyo al tripartito, y pidió a su líder que frene la «caída libre» de la política identitaria catalana. El portavoz nacionalista citó algunos ejemplos de lo que, en su opinión, supone esa renuncia: la «asepsia» con la que, al entender de CiU, Carod defendió ayer un acuerdo «nacional» sobre lengua «cuando el reto es defender la inmersión lingüística» en la escuela ante «la ofensiva» estatal; no «exigir» un Departamento propio dentro del Govern dedicado a las Relaciones Exteriores; no tener «más firmeza» para negociar otra financiación para Cataluña; y su «aceptación total» del proyecto de presencia catalana en la Feria del Libro de Frankfurt.
La federación nacionalista no le considera apto para dirigir la política religiosa de la Generalitat tras la polémica imagen con una corona de espinas durante un viaje a Israel en la pasada legislatura, junto al entonces presidente, Pasqual Maragall.El portavoz de CiU tampoco evitó referirse a los convulsos últimos años de la vida política de Carod cuando dijo que, por sus «actuaciones», no está capacitado para el cargo que ocupa.
Al igual que luego haría el portavoz del Partido Popular, Puig dijo que las áreas sobre las que el vicepresidente tiene influencia son un «cajón de sastre» que, además, está «vacío de contenido» porque, en opinión de Convergència i Unió, «no tiene, excepto por el hecho de sustituir al presidente en caso de ausencia o enfermedad, funciones propias de un vicepresidente, sino sólo competencias sectoriales».
Atribuciones de Carod. «No tiene, excepto por el hecho de sustituir al presidente en caso de ausencia o enfermedad, funciones propias de un vicepresidente, sino sólo competencias sectoriales».
Crítica Lingüística. «No defienden la inmersión lingüística en la escuela catalana ante la ofensiva estatal».
Convulso pasado. «Por sus actuaciones, no está capacitado para llevar a cabo el cargo que ocupa».