BARCELONA.-
Santiago Rusiñol regresa al escenario. No lo hace con El auca del senyor Esteve, su obra más popular, sino con El jardí abandonat, que se estrenará el próximo miércoles en el Espai Brossa.
Margarida Casacuberta, comisaria del Año Rusiñol, destacó ayer que esta pieza «recorre los límites creativos del artista simbolista».Recordó que fue escrita en 1900, pero no se estrenó hasta 1928, «con un montaje estrenado en el Romea que no obtuvo mucho éxito».Después de este fracaso, «la obra se representó pocas veces más, porque es un texto muy lírico que mezcla la música y el canto y que es difícil de llevar al escenario», explicó Casacuberta, informa Europa Press.
Esta circunstancia, de todas formas, no hace mermar su calidad.La comisaria del Año Rusiñol aseguró que El jardí abandonat es «el testamento artístico de Rusiñol», un testamento que se podrá ver hasta el 4 de marzo.
Francesc Nel·lo, director del montaje, reconoció que no es un texto fácil de interpretar. De ahí que se haya recurrido a la figura de un personaje (Iván Morales) «que hace de guía por el espectáculo e invita al público a entrar en el jardín». Las actrices Teresa Cunillé y Nausicaa Bonnín completan el reparto de una obra que, a los ojos de Nel·lo, «expresa la reconstrucción del proceso creativo del artista, una lucha obsesiva fruto de la visión de un Rusiñol que ve cómo el mundo de la belleza modernista se acaba y deja paso al Noucentisme».
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