Traficantes, ladrones y maltratadores son los nuevos compañeros de Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, en el escenario de la prisión de Sevilla II que pisó por primera vez el martes y en el que pasará, al menos, los próximos nueve meses. El bailaor tiene, desde ayer, celda propia en el Módulo I del penal sevillano, en el que se concentran los llamados delincuentes «primarios», los que entran en la cárcel por primera vez en su vida.
En este módulo, según explicaron a EL MUNDO fuentes penitenciarias, conviven 82 reclusos (incluido Farruquito); la mayoría de ellos, privados de libertad por delitos como lesiones, robos o tráfico de drogas. Éste es el caso del compañero de celda del bailaor, un joven narcotraficante con el que desde ayer comparte 15 metros cuadrados.
Farruquito llegó al Módulo 1 en torno a las 16.30 horas y se entrevistó con la psicóloga de la prisión, el educador y la trabajadora social. La primera le sometió a un estudio psicológico, el segundo le informó de sus derechos y deberes y de las actividades en las que puede participar, y la tercera le dio detalles acerca de las comunicaciones y contactos que podrá mantener con el exterior a partir de este fin de semana.
Benito Saldaña, el abogado del bailaor, anunció que éste está interesado en los talleres del penal -hay uno de música- ... a partir del momento en el que supere el «periodo de observación» que actualmente se le aplica.
Mientras, Farruquito tendrá que adaptarse a su nuevo entorno -muy diferente a los escenarios a los que está acostumbrado- y al funcionamiento de la prisión. De momento, señalaron las fuentes consultadas, Farruquito «se encuentra en las nubes» y apenas se relaciona con sus compañeros de módulo.
De los exámenes a los que fue sometido durante la mañana no se han derivado resultados fuera de lo considerado normal. La psicóloga, indicaron las fuentes, no ha encontrado síntomas de trastornos, a excepción de la lógica aprensión que le causa su primer contacto con una cárcel y la privación de libertad que sufre desde el martes por la tarde.
Respecto al tiempo de condena que podría cumplir Farruquito, en la prisión de Sevilla II dan por hecho que los próximos nueve meses tendrán entre sus reclusos al bailaor. Sólo a partir de entonces, y si lo acuerda la Junta de Tratamiento y lo confirma la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, podrá disfrutar de permisos de fin de semana y, un poco más tarde, incluso del régimen de tercer grado, que le permitiría salir de la cárcel durante el día y regresar a dormir.
En este sentido, desde la prisión sevillana se hizo ayer hincapié en que Farruquito no disfrutará de «privilegio alguno», sino que será tratado «como un interno más».
Por su parte, Saldaña indicó que no se puede prever cuándo obtendrá Farruquito sus primeros permisos de fin de semana, si bien confía en que pueda ser en un plazo de ocho ó nueve meses, y el tercer grado llegué en unos 10 meses. Este último beneficio dependerá, añadió, de los sucesivos informes de los responsables de la cárcel sobre la respuesta del recluso. Otro factor será la aparición de ofertas de trabajo.