MIGUEL M. ARIZTEGI
PAMPLONA.-
Sería como ponerse una venda en los ojos, pero lo cierto es que en el vestuario del Atlético se habló, mucho y mal, del árbitro. «Prefiero no hablar por si acaso», decía Luccin recién salido de la ducha. Antonio López decía algo parecido: «Si aparte de que no salimos muy enchufados, encima no nos ayudan...». Más frío, en teoría, y en una sala de prensa que conoce bien, para Javier Aguirre la única diferencia entre los dos equipos fueron los goles, porque por lo demás todo estuvo muy igualado.
«El partido fue abierto, parejo y disputado, y la diferencia fue el gol. Nos faltó un gol para meternos en el partido. No puedo reprocharles nada a los jugadores porque lucharon hasta el final», afirmó el mexicano. Lamentó la no señalización del penalti a Agüero, «que nos hubiera dado una inyección de ánimo extra». No habló sobre la decisión de dejar fuera del equipo titular a Agüero o Jurado, y quiso levantar la moral de los suyos apelando a los seis puestos europeos que quedan en juego. Precisamente la Liga vuelve el próximo sábado en el Calderón ante el rival de ayer. «Son dos competiciones distintas. Tenemos que mejorar también, pero en la Liga estamos ahí», concluyó Aguirre.
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