Jueves, 18 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6241.
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 DEPORTES
Ferrero regala a Udomchoke su día de gloria
EL TAILANDÉS, 102 DEL MUNDO, SOLO HABIA GANADO DOS VECES EN UN GRAND SLAM FERRER Y ROBREDO, EN LA TERCERA RONDA EN AUSTRALIA
LUIS FERNANDO LOPEZ

Nunca antes se habían enfrentado, y tal vez ni se cruzaron jamás en un pasillo, ni compartieron restaurante ni se saludaron al final de un entrenamiento... Porque un jugador que ha ocupado el primer lugar de la clasificación mundial, ganó más de 10 millones de dólares en premios y tres títulos del Grand Slam rara vez convive con quien nunca descendió del puesto 100 del ranking al final de temporada, ingresó apenas 400.000 dólares después de una década como profesional y perdió en su carrera más partidos de los que ganó en la ATP (31-33). Del choque de esas rotundas diferencias nació el sobresalto.

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Juan Carlos Ferrero cayó con Danai Udomchoke, que sólo había ganado dos partidos en un torneo del Grand Slam. Uno en Wimbledon, en 2005, y dos en el presente Abierto de Australia. Pik, sobrenombre del jugador tailandés, se encaprichó del tenis por influencia de su abuela, con ocho años, y pudo probar suerte en el circuito con el patrocinio de una familia acomodada. Hijo de un abogado y de una ejecutiva, soñaba, modestamente, con incrustarse entre los 50 mejores. Con el objetivo lejanísimo, logró ayer el mayor éxito de su carrera ante Ferrero, cabeza de serie número 24 y que se despidió igualando su peor participación en el torneo.

El tenista español vuelve a los resultados de 2001 y no pasa de tercera ronda en Melbourne desde que hizo semifinales en 2004, su mejor resultado y el inicio de un declive que ha conseguido controlar, pero no remontar. Un 13 de septiembre de aquel año perdió su lugar en el Top 10, y no volvió. Su juego se hizo menos solvente, hasta verse expuesto a deslices chirriantes como el último.

«Ha sido un partido extraño, podía haber ido arriba los dos primeros sets y él ha jugado valiente los puntos decisivos y le ha salido bien. Han sido dos sets muy apretados», justificó el perdedor. El primer parcial se lo dejó en el tie-break y el segundo lo despidió 7-5, otra vez «por no ganar un punto», en sus propias palabras. Reaccionó en el tercero (4-6) y se borró en el cuarto (6-1). En declaraciones a Efe, prosiguió: «Lo del principio pesa y no pude aguantar luego».

La jornada condenó también a Feliciano López, 6-2, 7-5 y 6-1. «Djokovic [decimocuarto favorito] es muy completo técnicamente y muy maduro para su edad. He tenido oportunidades en el segundo set, pero las perdí», analizó el toledano, que concluyó: «No me siento descontento del partido». Su trayectoria no repunta. Concluyó 2004 en el puesto 25 y ha ido empequeñeciendo en las dos últimas temporadas, hasta el peldaño 79, que aún empeorará, pues en Australia defendía la tercera ronda.

Ferrero y Feliciano son cosecha del 80 y del 81; David Ferrer y Tommy Robredo, del 82. Pese a tener edades cercanas, las curvas de rendimiento de los primeros contrastan con las de sus compañeros, que vencieron al sueco Thomas Johansson -6-2, 6-7 (5), 6-2 y 6-2- y al austriaco Juergen Melzer -6-1, 6-3, 6-3-, respectivamente. Ferrer viene de sumar el título en Auckland ante Robredo y se ajusta, como el propio Tommy, al patrón del deportista hormiguita. Tienen talento, claro, aunque inferior a otros chicos de su generación, y compensan ese déficit con sudor. Así suben los escalones altos de la élite.

En tercera ronda, Ferrer se topará con el checo Radek Stepanek, «un partido de precisión», prevé el alicantino, optimista, aunque menos que Robredo: «Vengo con confianza. El torneo de París-Bercy [su buena actuación le llevó a la Copa Masters] cambió mi forma de pensar. Desde entonces, me siento cómodo y han pasado cosas muy bonitas en mi vida que me han hecho mejorar». Se medirá en la próxima fase al estadounidense Sam Querrey.

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