Jueves, 18 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6241.
ECONOMIA
 
CRISIS AÉREA / EL MUNDO localiza a Angel Pazos en el hotel Camino Real de Managua, propiedad de José Luis Carrillo, al que llegó poco después de cerrar la empresa / Cree que el Sepla quiere culparle de las irregularidades
El funcionario que inspeccionó Air Madrid, de vacaciones en un hotel del dueño de la aerolínea
El técnico de Fomento Angel Pazos, localizado por EL MUNDO en el hotel Camino Real de Managua
J. GARCIA / M. GOMEZ

MANAGUA/MADRID.- Tan sólo unos días después de que la compañía Air Madrid suspendiera sus actividades, el pasado 15 de diciembre, Angel Pazos, jefe de la Delegación de Seguridad en Vuelo Nº 1 de Aviación Civil (Barajas) y encargado de dar el visto bueno a los aviones de Air Madrid, se alojó en el hotel Camino Real de Managua, propiedad de José Luis Carrillo, el principal accionista de la aerolínea. La empresa arrastraba irregularidades financieras y de seguridad, pero sólo fueron destapadas después de que Pazos se apartara de sus responsabilidades por una baja.

Desde que estalló la crisis, Pazos ha sido uno de los personajes más buscados por su responsabilidad en las inspecciones de la aerolínea. Aunque fuentes de Aviación Civil afirman que se encuentra en excedencia desde mediados de diciembre, Pazos afirma que ha estado todo este tiempo disfrutando de sus vacaciones en Nicaragua. Antes de solicitar la excedencia, el funcionario de Aviación Civil pidió una baja en julio por enfermedad, según las fuentes consultadas en el Ministerio de Fomento.

Precisamente Managua era uno más de los destinos que pretendía operar Air Madrid y hasta donde llegó Pazos el 21 de marzo de 2006. Allí fue presentado ante la prensa local como directivo de la aerolínea, en la delegación que iba a negociar la apertura de la ruta, pese a que su trabajo como funcionario público era el de supervisar las inspecciones que Aviación Civil realizaba. El propio Pazos anunció inversiones que tenía previsto realizar la empresa. Lo mismo sucedió durante la inauguración del recién remodelado aeropuerto internacional de la capital nicaragüense a mediados de julio pasado. La compañía aérea nunca llegó a volar a ese destino, aunque sí vendió billetes a sus clientes para desplazarse a ese país.

Hasta el pasado sábado 13 de enero Angel Pazos estuvo alojado en la habitación 1205 del hotel Camino Real. El funcionario llegó a Managua hacia finales de diciembre y asegura que fue invitado a la toma de posesión del nuevo presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que se celebró el pasado 10 de enero en la capital.

El descubrimiento de su paradero en el hotel suma una evidencia más a las versiones que implican a Pazos en el presunto trato de favor dado desde Aviación Civil a Air Madrid, permitiendo que siguiera operando y ampliando destinos a pesar de flagrantes negligencias.

El Camino Real, uno de los hoteles más emblemáticos de Managua -el mítico refugio de la prensa internacional durante la revolución sandinista- es propiedad de José Luis Carrillo desde comienzos de 2006. El dueño de Air Madrid es también accionista de más de 30 establecimientos hoteleros a través de la sociedad Optursa.

La primera reacción de Pazos al ser descubierto por este diario fue de sorpresa. «Pero ¿cómo habéis sabido dónde estoy?... ¿Y hasta aquí habéis venido a buscarme?», preguntó Pazos al enviado especial de EL MUNDO nada más identificarse en el hall del Camino Real. A partir de ahí empezó a levantar la voz: «¡Ya está bien hombre. Que me dejéis en paz... que me dejéis en paz de una vez!», repetía Pazos.

En bermudas y camiseta, el jefe de Seguridad en Vuelo de Aviación Civil preguntó después cómo había sabido este periódico su paradero y, ya más tranquilo, afirmó: «Estáis apuntando mal. Estáis apuntando mal».

Interrogado sobre el hecho de que llevara varios días alojado en un hotel del dueño de Air Madrid, Pazos señaló que lleva toda la vida alojándose en el mismo sitio. En ese momento, llamó a uno de los encargados del hotel para que lo confirmara. «¿Cuántos años llevo yo viniendo aquí?», le preguntó. «Más de 20», respondió el empleado. «Así que yo no estoy aquí porque sea amigo de José Luis Carrillo ni nada parecido», según explicó el funcionario de Aviación Civil.

Pazos reconoció que en el pasado ya ha sido objeto de denuncias de parte del sector aeronáutico y que se le abrió una investigación en Aviación Civil. Admitió también que declaró ante un tribunal interno, pero que el asunto se zanjó sin consecuencias para él.

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