Pregunta.- ¿Ha ayudado usted a Air Madrid?

Respuesta.- No, y jamás me han podido comprar y mira que lo han intentado muchas, muchas veces. Date cuenta que yo en mi puesto anterior en Aviación Civil era jefe de Instalación y ahí se llevan los expedientes y se mueve mucho dinero. Pero no han podido comprarme. Por una razón muy clara, no soy avaricioso, tengo lo suficiente para vivir. Vivo bien y no necesito más.

P.- ¿Es casualidad que esté alojado en un hotel propiedad de José Luis Carrillo?

R.- ¡Por qué voy a cambiarme! Llevo más de 25 años viniendo a este hotel y no tengo razones para cambiarme aunque lo compró Carrillo. Yo de hecho me casé aquí y vine por primera vez en el año 1978. Cada vez que vengo pago mis facturas como todo el mundo. No soy un corrupto.

P.- Pero es a partir de su baja [solicitada en julio de 2006] cuando se intensifican las inspecciones.

R.- No es cierto, porque yo el 9 de agosto hice un escrito denunciando las cosas que estaban mal.

P.- ¿Lo puede demostrar?

R.- Ahora mismo te lo muestro. [Pazos subió entonces a su habitación y mostró su ordenador personal con un informe firmado por él que empezó a leer por encima, destacando aquellos párrafos en los que se denunciaban deficiencias de Air Madrid.] Como ves, el informe que yo hice detalla que Air Madrid trabajaba con escasez de medios, que tenía almacenes sucios y desordenados, que no contaba con ruedas de repuesto, que operaba con falta de presupuesto... Lo tengo en mi ordenador y eso no se puede cambiar. Yo en agosto hice un escrito sobre Air Madrid donde puse muchas cosas que estaban mal. ¿Tú crees que este informe lo redacta un amigo de Carrillo? ¿Quieres que te diga la verdad?: en septiembre, yo la hubiera cerrado. Y esto lo firmo yo. ¿Con esto soy su socio? Tú lo estás viendo, y aquí recomiendo no ampliar diferidos que significa ahogar a una compañía. Ahogarla. Y esto es del 9 de agosto.

P.- ¿Y por qué no se cerró entonces?

R.- Ah, yo ahí ya no sé... Y te insisto, yo no soy inspector de Air Madrid. A la semana siguiente Ismael Pacheco -inspector de Aviación Civil a sus órdenes- fue de nuevo a la inspección y se habían corregido cosas, así que salió para adelante. Y de esto tiene que haber copia ahí arriba. No me he tapado los ojos, porque yo no soy inspector de Air Madrid, sino de 23 compañías. Yo envié un informe recomendando la no renovación. Las inspecciones en Air Madrid las hacen primero Roberto Hernández, luego Ismael Pacheco y desde que Pacheco hace la última inspección todo estaba bien.

P.- ¿Qué pasó entonces?

R.- Después de que Pacheco hiciese la última revisión y se renovase el permiso, hasta que yo empecé a hacerla en el mes de agosto, en medio llega el verano y la situación se le va de las manos al director técnico y a todos. Empieza el follón y creo que fue eso.

P.- Pero insisto, tras su excedencia se endurecen las inspecciones.

R.- Yo estuve de baja de agosto a octubre. En octubre me di de alta y seguí trabajando hasta diciembre, que empecé las vacaciones. El día 15 de diciembre [día de la suspensión de Air Madrid] aún estuve firmando papeles y el 21 y 22 estuve en la delegación firmando, luego ya me fui de vacaciones.

P.- Y dice que recomendó el cierre...

R.- No exactamente. Las licencias son renovables por dos años. Se hacen varias inspecciones al año, cuando va a llegar el final se hace una más gorda por así decirlo, que es lo que da pie a que uno pueda o no seguir volando. Y ahí había fallos de control. Me lo dijo Ismael Pacheco: vamos a cerrar la compañía. Y sugería la no renovación. Y a la semana, Ismael Pacheco fue de nuevo a la inspección y la compañía estaba entonces en el nivel 1 (el peor), pero como habían arreglado cosas cambió al nivel 2.

P.- ¿Los informes negativos se hacen con usted al mando?

R.- Esto fue en mayo-junio. La renovación de la licencia se hizo en junio [según Fomento fue en mayo]. Yo volví en agosto y cuando hice el informe dos meses después había cosas que no estaban bien pero tampoco estaban mal: había falta de control... Hice el informe y después me dijeron que la inspección la haría gente del Ministerio, así que ahí lo dejé... y ahí está la fecha en el ordenador

P.- Las fotos y la información que publicó la prensa nicaragüense señalaban que usted era representante de Air Madrid.

R.- Eso fue durante la inauguración del aeropuerto de Managua organizado por María Nelly Rivas, que era presidenta del Instituto Nicaragüense de Turismo, en el mes de mayo. Estaba con el gerente del hotel, con Ramón Santos [hermano del actual ministro de Exteriores, Samuel Santos, un próspero empresario y ex alcalde de Managua en los años 80] y yo. Ahora estoy aquí por él y por Samuel, que me han invitado a la toma de posesión de Ortega y son muy amigos míos. Entonces nos dijeron, ¿podemos tomar una foto...? Y dijimos claro, adelante. [El fotógrafo que tomó la foto confirmó a EL MUNDO que fue Alvaro Diegue, gerente del hotel Camino Real, quien señaló que Pazos era representante de Air Madrid].

P.- Pero, ¿nunca se presentó como directivo de Air Madrid en Nicaragua?

R.- Que no, que yo no tengo que ver con Air Madrid. Lo que pasa es que tengo fama de cabrón, porque hay cosas que no trago y si tengo que cerrar una compañía, la cierro. Te lo aseguro, y no trago con sapos y culebras y si tengo que cerrar una compañía la cierro... si es que no, es que no y a tomar por culo... por eso tengo fama de cabrón. Así que si me pueden quitar de enmedio pues mejor, pondrán a alguien más fácil de convencer. Y se lo he dicho al propio Andoni [Andoni Nieto, jefe de la sección sindical del sindicato de pilotos Sepla]: si disparas, dispara bien y no me digas que hay mucha mierda. Demuéstralo ¿dónde está la mierda? No vale que me lo digas, demuéstralo, yo no lo sé. A mí me gustaría que si los pilotos tienen algo contra mí que me lleven al juzgado, para eso están. Y que pongan la denuncia con dos cojones, no amparados en un sindicato. Si no, lo único que estáis haciendo es joderme y no sé para qué y no sé la razón, ni quién está mandando que me jodan. Me gustaría saberlo.

P.- Air Madrid intentaba entrar en Managua... ¿No es verdad que intercedió para intentar que se consumase el negocio como publicó la prensa de Nicaragua?

R.- ...Que yo sólo conocía a María Nelly Rivas porque llevo muchos años viniendo y conozco a mucha gente, pero no he representado a Air Madrid ni a compañías de turismo ni a nada parecido.

P.- ¿Y eso no es operar a favor de una compañía y favorecerla siendo usted un funcionario?

R.- ¿Ayudar a una compañía? Ésa es mi obligación... y yo no soy inspector de Air Madrid. La primera inspección la hizo Roberto Hernández, luego Ismael Pacheco [ambos subordinados suyos]. A mí me pasan un informe, yo lo firmo, doy el visto bueno, y se acabó. Nunca he sido inspector de Air Madrid. Nunca he podido decir esto me lo salto o que esto no se sepa porque no hay razón...

P.- Da la sensación de poca rigurosidad en su trabajo...

R.- Pues a lo mejor... ¿Que ayudo a la gente?... Pues sí. También te cuento que ha habido una compañía que he tenido encima de mis costillas hasta que ha arreglado sus problemas. Y no una, varias. ¿Qué voy a hacer, parar las compañías?... Yo no estoy para parar las compañías, sino para que vuelen seguras.

P.- Hay cierta sensación de compadreo entre usted y la aerolínea...

R.- Fíjate qué sensación de amiguismo: a un avión de Air Madrid nunca le dejé estar en Madrid...¿Eso es amistad?

P.- ¿Qué relación tiene con el presidente de la empresa, José Luis Carrillo?

R.- Yo no tengo nada que ver con Carrillo. Vengo desde hace 30 años a Managua. ¿Que Carrillo ha comprado el hotel? Me parece muy bien. Si lo compra, ¿me tengo que ir?

P.- Casualmente cuando se le relaciona con las irregularidades de Air Madrid...

R.- Oye, que yo no le he vendido el hotel. Yo sólo lo conocía de antes, cuando compró la compañía. Yo no soy un corrupto, te lo juro. En mi puta vida me he llevado un duro. Ni tengo nada que ver con Air Madrid ni con nadie. Soy amigo de muchos, del director de Iberia, de mucha gente. En las compañías no existe corrupción ninguna.

P.- ¿Intercedió para que Artac Transporte Aéreo comprara un avión por mediación de Kent Robinson, amigo suyo?

R.- Rosa María Bejarano [la dueña de Artac] tenía una compañía y no tenía ni idea de aviones. Durante una cena me dijo lo que iba a pagar por el avión y le avisé de que iba a pagar entre 500 y 600 mil dólares más y le dije que le estaban robando. Te lo juro por Dios que no conocía a Robinson y yo moralmente tenía la obligación de avisarla. Además, luego no se consumó la operación con mi supuesto amigo Robinson y no compraron el avión. Así que fíjate qué clase de amigo mío es...Ya me habían avisado: ¡Oye que van a por ti! Pues van a por mi...