CARMEN LLORENTE
Las incertidumbres sobre las modificaciones que el Gobierno va a imponer en las condiciones de retribución de las actividades de transporte energético volvieron ayer a vapulear las cotizaciones de Red Eléctrica y Enagás. Un 3,13% perdió la primera y un 2,14%, la segunda. Unas caídas propiciadas, principalmente, por las ventas protagonizadas por fondos de inversión extranjeros, según informaron fuentes del mercado.
Desde que a mediados del pasado mes de diciembre saltase a la palestra el proyecto del nuevo sistema retributivo que prepara el Ministerio de Industria para las dos compañías de transporte energético españoles, la huida de los inversores del capital de ambas ha sido incesante. El pasado 15 de diciembre, Enagás cotizaba por encima de 21 euros y ayer cerraba en 16,48, lo que representa un desplome de más del 20% en tan sólo un mes. Red Eléctrica ha corrido aún peor suerte. Sus títulos han pasado de 36,4 euros a 28,17 euros, lo que supone un recorte del 22,7%.
En los últimos días de 2006 el banco custodio americano Chase Nominees redujo su participación en REE, del 11% al 6,8%, según los datos de la CNMV. Pero la huida de inversores extranjeros ha proseguido en las primeras semanas de 2006, según afirman distintas fuentes del parqué.
De hecho, la empresa de transporte de electricidad y responsable de la gestión técnica del sistema eléctrico intentó la pasada semana frenar la caída bursátil e invirtió 42 millones de euros para recomprar el 1% de sus títulos y elevar su autocartera hasta el 1,403%.
La huida de inversores de Enagás en el último mes también ha sido pronunciada. Además de por la incertidumbre sobre los cambios regulatorios, la empresa se ha visto golpeada por las especulaciones ante la próxima destitución de su presidente, Antonio González-Adalid.
«Lo peor es la incertidumbre. Si el Gobierno va ha recortar la retribución de Enagás y REE, que lo haga ya. Pero no se puede mantener la amenaza de hacerlo durante tanto tiempo», afirma Dionisio Peláez, broker de GPM.
Según los analistas, el proyecto del Ministerio de Industria supondría un importante recorte de los ingresos de las dos compañías de transporte energético. «El encanto de estos valores se centraba en que el marco regulatorio estable. Eran valores seguros. Pero ahora esto se ha venido abajo. De ahí la huida de los inversores», apunta un gestor de fondos español.
|