O. TORRES
VITORIA.-
«No puede volver a ocurrir lo que pasó». La frase, pronunciada ayer por la portavoz del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), Nekane Erauskin, al recordar la anulación de las listas de Batasuna en 2005, evidencia que la izquierda 'abertzale' persigue una dinámica política muy distinta para las próximas elecciones de mayo.
La estrategia de los radicales no coincide con la que propició el desembarco en el Parlamento vasco de un pequeño y desconocido partido defensor de la dictadura del proletariado en sustitución, nada menos, que de la cúpula 'batasuna' encabezada por Arnaldo Otegi. Hoy la demanda es la derogación de la Ley de Partidos y la vuelta del Batasuna a la legalidad.
Entretanto, en sentido contrario, el Parlamento vasco se prepara para debatir una propuesta del Partido Popular que pide dejar al PCTV fuera de la ley por tratarse de una sucesión de la formación ilegalizada, un hecho que los afectados reprochan directamente al PSOE por su defensa de la Ley de Partidos, de la que dicen que alimenta el discurso de los 'populares'.
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