De hecho, Usabiaga instó a «superar todos los factores de ambigüedad» a cada una de las partes. Y se dirigió directamente a ETA, al Gobierno central y a los partidos. «Cada uno tendrá que ver qué ha hecho y qué no ha hecho hasta ahora», señaló, y advirtió de que «no se puede jugar más con el anhelo mayoritario de la sociedad vasca».

El secretario general de LAB reconoció que «no hay proceso con bombas», pero advirtió de que tampoco lo habrá con «leyes de excepción, persecuciones a la izquierda abertzale, con juicios que criminalizan la actividad política o políticas penitenciaras basadas en la venganza».

«No hay proceso si la izquierda abertzale no es un sujeto político en igualdad con el resto de organizaciones políticas para construir un escenario político de soluciones, si no hay mesa de partidos y si no entramos en un diálogo político sobre la existencia de Euskal Herria y cómo todos respetamos la voluntad de la ciudadanía», insistió.

Usabiaga afirmó que en los nueve meses de alto el fuego de ETA «han pasado muchas cosas, entre ellas lo de Barajas», dijo refiriéndose al atentado en el que murieron dos personas, pero también recordó que «no se han hecho muchas cosas».

En este sentido, recalcó que para llegar a un escenario de paz y no violencia «el diálogo, la negociación y el acuerdo no tienen alternativa», por lo que advirtió de que la solución no estará en volver a un Pacto Antiterrorista light, como se está barajando desde el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

«No habrá un escenario de no violencia si volvemos a pactos y esquemas ya transitados, a vías de sufrimiento, confrontación y conculcación de derechos», reiteró.