Por tercera vez, el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) reeligió al magistrado Javier Gómez Bermúdez como presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional para un mandato de cinco años que vencerá en 2012.
No hubo en esta ocasión críticas al informe de la Comisión de Calificación, que todos los vocales consideraron suficientemente motivado, y nadie puso de manifiesto vicios formales que pudieran volver a invalidar la elección, como ha sucedido ya en dos ocasiones.
El 29 de mayo de 2006, el Tribunal Supremo anuló la designación de Gómez Bermúdez, -que llevaba desde julio de 2004 al frente de la Sala Penal de la Audiencia- inaugurando la aplicación de un novedoso criterio por el que el CGPJ debe explicitar las razones por las que nombra a un alto cargo judicial.
Elegido de nuevo el 28 de junio siguiente, la segunda designación de Gómez Bermúdez fue revocada por el Supremo el pasado 27 de noviembre porque, al repetir el proceso selectivo, la Comisión de Calificación incluyó méritos de este candidato posteriores al concurso.
El debate de ayer -casi dos horas- no registró estridencias ni una defensa entusiasta de un candidato alternativo. El vicepresidente, Fernando Salinas, y otros miembros del sector minoritario empezaron planteando si podía llevarse a cabo la elección, al no haberse remitido aún al CGPJ la resolución del Supremo que dio firmeza a la anulación del segundo nombramiento de Gómez Bermúdez.
La mayoría replicó que, a su parecer, ello no impedía proceder al nuevo nombramiento, ya que la anulación decidida por el Supremo el 27 de noviembre es ejecutiva y el único órgano con capacidad para paralizar su cumplimiento es el propio Tribunal, que no lo ha hecho.
En ningún momento de la discusión se cuestionó por parte de la minoría que una elección de la trascendencia del presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional pueda llevarse a cabo por un CGPJ en funciones, situación en la que la institución se encuentra desde el 7 de noviembre, cuando debió ser renovado por el Parlamento.
El vocal Luis Aguiar tuvo una intervención que los vocales del sector mayoritario interpretaron como un cuestionamiento de los méritos de Gómez Bermúdez para desempeñar el cargo. Aguiar subrayó que el Supremo ha echado abajo el nombramiento de este candidato dos veces y manifestó que «ya estaba bien de repetir tantas veces lo mismo».
Los vocales propuestos por el PP se volcaron en la defensa de un candidato cuyos méritos y capacidad -recordaron- no han sido puestos en cuestión por el Supremo, que anuló su designación por «defectos formales», precisión que el propio Tribunal ha hecho constar en sus resoluciones.
Para el sector mayoritario, Gómez Bermúdez reúne méritos preferentes a los de otros candidatos al aglutinar experiencia gubernativa con la puesta en marcha de órganos judiciales y una intensa dedicación a la jurisdicción penal tanto en destinos unipersonales como colegiados.
El independiente Agustín Azparren estimó que del informe de la Comisión de Calificación se desprende que los mayores méritos los reúne Alfonso Guevara. Nadie insistió especialmente en la candidatura de Garzón, en quien recayeron ocho votos del sector minoritario en 2004. Ayer, la minoría se repartió entre Garzón y José Ricardo de Prada, con cuatro votos cada uno de ellos, mientras que Guevara tuvo uno.
Los nueve votos del sector mayoritario y del presidente sacaron adelante la elección de Gómez Bermúdez, que ve, así, despejado el camino para presidir el juicio del 11-M.