SANTIAGO.-
Los líderes gallegos del PSOE, el PP y el BNG aplazaron ayer sin fecha la reforma del Estatuto de Autonomía de Galicia, tras una reunión de seis horas en la que no fueron capaces de llegar a un acuerdo para desbloquear el proceso. Tanto el presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, como el vicepresidente y portavoz del BNG, Anxo Quintana, culparon al «clima de crispación política» nacional del fracaso de la negociación.
«No pudo ser», señaló el jefe del Ejecutivo gallego, quien insistió en que, en un momento en que existen diferencias sobre aspectos territoriales o terrorismo, hay una «sensibilidad a flor de piel que, probablemente, hace más difícil encontrar flexibilidad en la cesión».
En todo caso, los tres dirigentes destacaron que en la reunión se habían producido «avances importantes», aunque no suficientes para llegar a un acuerdo. La reforma estatutaria queda aplazada, pues, hasta que cambie «el momento político». «No hablamos de elecciones municipales, autonómicas ni de otras elecciones», explicó Anxo Quintana, mientras que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que a él le valía mayo, en referencia a la fecha de los próximos comicios municipales.
En la cuestión de la identidad, «el BNG eliminó ayer la referencia al acuerdo parlamentario que define Galicia como nación, para intentar acercarse al PP», detalló Quintana. El preámbulo presentado por Núñez Feijóo, por su parte, destaca el «sentimiento nacional» de Galicia, una fórmula que fue rechazada por las otras fuerzas. El dirigente popular dijo que esta propuesta era la más «avanzada» de todas las propuestas de Estatuto, incluida la andaluza, ya que en esta última hay una referencia a la unidad «indisoluble» de la nación española, «y en la propuesta del PP, no».
El Partido Popular también se negó a aceptar la igualdad jurídica plena del gallego y del castellano, y presentó una propuesta de financiación «sorprendente», según Quintana», con cantidades menos «ambiciosas» que las sugeridas por el BNG. Tampoco fueron aceptadas las propuestas de Quintana para la gestión gallega de los puertos y los aeropuertos, así como la creación de un marco gallego de relaciones laborales. El PP rechazó igualmente la reforma de la Ley Electoral.
Touriño, que agradeció la «generosidad» del BNG por haber aceptado la propuesta socialista, destacó que la fórmula rechazada por el PP era «de mínimos».
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