El pequeño Samuel se tenía un vaso de metadona en la mano, pero su madre no le dio mayor importancia y lo llevó a la cama. De madrugada, se percató de que su hijo, de 22 meses, no respiraba. Era demasiado tarde, ya estaba muerto.
El trágico suceso ocurrió ayer de madrugada en la localidad mallorquina de Campos. La madre del menor, María Josefa O. G., de 40 años, seguía un tratamiento de desintoxicación de la heroína con metadona.
La noche anterior, la madre se tomó su dosis diaria de opiáceo. El niño cogió el vaso, pero ella no le vio apurar el líquido que aún quedaba. Le acostó y se fue a la cama.
En el domicilio también se encontraba su marido, Manuel Francisco C. S., de 36 años. Sobre las 3.30 horas, la pareja se percató de que algo raro le pasaba al niño porque no hacía el menor ruido. Samuel ya no respiraba y su corazón hacía tiempo que no latía.
No obstante, la pareja acudió al centro de salud de Campos. En el Punto de Atención Continuada (PAC) de la localidad ya no pudieron hacer nada por reanimar las constantes vitales del pequeño. De hecho, se percataron de que llevaba al menos tres horas muerto. En el mismo centro de salud avisaron a la Policía. Finalmente, los agentes de la Guardia Civil se hicieron cargo de la investigación de los hechos.
Los efectivos de la Policía Judicial del Instituto Armado se trasladaron hasta el domicilio de la pareja. Una vez allí, reconstruyeron cómo había sido la intoxicación mortal del niño.
En principio, no se descartó ninguna hipótesis. Incluso se llegó a barajar que podían haberle llegado a administrar una dosis del opiáceo.
A medida que avanzaron las pesquisas, esta teoría se fue descartando. Los padres de la víctima reconocieron que habían visto al niño juguetear con el vaso de metadona.
Según las declaraciones efectuadas a los investigadores de la Guardia Civil, los padres no le dieron la mayor importancia y se acostaron. Fue de madrugada, tras despertarse y no oír al niño, cuando se percataron de que algo extraño sucedía con el menor.
Acto seguido, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil detuvieron al matrimonio como presuntos autores de un delito de homicidio imprudente. La pareja fue trasladada directamente hasta los calabozos del cuartel de Manacor. A primera hora de la mañana de hoy será conducida desde las dependencias de la Guardia Civil hasta los Juzgados.
El matrimonio se había instalado en la localidad mallorquina de Campos hacía un mes y medio. Por este motivo, muy pocos vecinos habían trabado amistad con la pareja, de origen extremeño.
A escasos metros de la vivienda donde residía la familia permanecía ayer estacionado su vehículo: un cuadriciclo ligero. En el asiento de delante estaba anclada la silla del pequeño Samuel y algunos de sus peluches.