El Flaquito relató ante el tribunal que aquella noche se encontraba con Danny Paul Matas Aguilar, otro Latin King. Ya por la noche decidieron regresar a su casa de Vallecas en metro. Cuando entraban en las escaleras del suburbano se encontraron «a una manada de personas con pañuelos y gorras que venía en actitud amenazante». «Nos iban a dar una paliza, así que nos dimos media vuelta y salimos corriendo», testificó, según Europa Press.

Agregó que a los pocos metros de la boca de metro, los 'Ñetas' comenzaron a pegarle «con palos, botellas y barras metálicas» hasta que Danny Paul se interpuso en la pelea para tratar de defenderle. «Entonces, a mí me dejaron en paz y fueron a por él, y desde el suelo vi cómo le acuchillaban», subrayó José Fernando.

Entre los agresores la Policía detuvo a cinco ecuatorianos. Tres fueron apresados en el lugar de los hechos esa misma noche. Se trata de Raúl Sebastián Cadenas, de 19 años, Oscar Milton Cruz, de 23 y René García de 26, todos vecinos de Majadahonda y amigos que supuestamente acudieron esa noche a la zona para comprar ropa en tiendas de deporte. En el mes de noviembre fueron detenidos Mario Rodolfo Romero, de 19 años y Luis Alejandro Bravo de 21. Hay un sexto individuo que se encuentra en paradero desconocido. Los cinco apresados, que se encuentran en prisión, formaban además un «clan de dominio social constituido de forma piramidal», según el escrito del Fiscal que asegura que acudieron a una zona donde suelen reunirse los Latin King con el propósito de acabar con la vida de alguno de ellos. El grupo se enfrenta a penas de hasta 16 años de cárcel por homicidio, lesiones y asociación ilícita.

Según el documento del Ministerio Público, el grupo agresor, formado entre 30 y 40 personas, se encontró con los Latin King Danny Paul M.A., de 22 años, y José Fernando T.S., de 15, a los que rodearon, golpearon y clavaron las armas que portaban. A pesar de todo, los agredidos consiguieron salir huyendo malheridos del lugar.

Como consecuencia de estos hechos, Danny Paul sufrió nueve heridas de arma blanca en la cabeza, tórax, abdomen y rodilla. Permaneció cuatro días en el hospital y las heridas tardaron 40 días en curarse. La otra víctima, José Fernando, sufrió una lesión en el pabellón ventricular derecho y un traumatismo cráneoencefálico que precisó sutura con grapas y tardó ocho días en curarse. Ambos tienen múltiples cicatrices por diversas partes del cuerpo.

Todos los imputados, continúa el escrito del fiscal, forman parte del grupo urbano Ñetas que obligaba a la «realización de actividades violentas para ascender en la estructura y a la defensa a ultranza de la hegemonía de la banda sobre otros grupos urbanos. Sus miembros practican actos extremadamente violentos contra el considerado grupo enemigo, que son los Latin King».

También declararon ayer los dos vigilantes de seguridad de la estación de metro de Sainz de Baranda que se encontraban en el suburbano aquella noche. Explicaron que vieron a un grupo de «unos 40 sudamericanos -entre los que había miembros que se tapaban la cara con gorras, pasamontañas y bragas militares- que salían de la estación gritando y corriendo hacia la calle». «A los pocos minutos oímos gritos en la escalera de salida, por lo que mi compañero y yo nos acercamos a ver lo que pasaba. A unos dos o tres metros de la boca de metro, ya en la calle, distinguimos a un grupo de jóvenes que, en actitud agresiva, rodeaban a un chico que estaba tendido en el suelo y sangraba abundantemente», agregó el primer vigilante. También apuntó que este grupo de jóvenes, al ver salir del metro a los vigilantes, «salió corriendo». «No vimos el momento de la agresión, pero sí vimos que llevaban botellas en las manos, barras de hierro y cinturones con grandes hebillas de metal. El chico sangraba por la cabeza y por el costado y no podía ni hablar», relató el segundo vigilante. Este último había identificado en una rueda de reconocimiento a dos de los cinco imputados, pero ayer -después de observarles- dijo que no era capaz de reconocerles después del tiempo transcurrido.