Jueves, 18 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6241.
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CONVULSION EN ORIENTE PROXIMO / Las consecuencias de la guerra del Líbano
Ehud Olmert y su titular de Defensa, en la cuerda floja
La dimisión del jefe de las Fuerzas Armadas puede provocar la caída del 'premier' israelí, entre otros
MARTA MIERA. Especial para EL MUNDO

JERUSALÉN.- La dimisión del jefe de las Fuerzas Armadas, Dan Halutz, podría desencadenar un seísmo político en Israel con un efecto dominó que afectaría al primer ministro israelí, Ehud Olmert, y a su titular de Defensa, Amir Peretz.

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Antiguo jefe de la aviación israelí, Halutz, de 58 años y con una exitosa carrera militar a sus espaldas, fue muy criticado por la forma en que dirigió la guerra de Israel contra el Líbano hace seis meses.

Cincuenta comisiones militares que investigaron los errores de la contienda fueron más que suficientes para que el general Halutz tomara, el pasado martes, la decisión de dimitir, antes de que la comisión Winograd, nombrada por el Gobierno para estudiar los fallos de la guerra, haga públicas sus conclusiones dentro de dos semanas.

A Dan Halutz se le acusa de haber abusado de las incursiones aéreas durante la primera parte de la ofensiva, lo que provocó terribles destrozos en el Líbano, y de que fuera incapaz de frenar el lanzamiento de 4.000 cohetes Katiusha por parte de la milicia chií libanesa de Hizbulá contra territorio israelí.

La falta de preparación de las unidades regulares y de los reservistas, y las contradictorias órdenes de los jefes militares del Tsahal, que provocaron frecuentes cambios de misión en plena batalla, irritaron todavía más a la opinión pública.

Soldados capturados

Al finalizar la guerra, Hizbulá se retiró de la frontera con Israel, pero los dos soldados capturados por la milicia libanesa el 12 de julio, mismo día y motivo del comienzo de la contienda, todavía no han sido liberados.

La batalla contra la milicia libanesa quebró la sensación de omnipotencia entre los israelíes y desacreditó inmediatamente a sus dirigentes políticos, en especial a Olmert y Peretz, que han sido criticados por su poca experiencia militar, algo poco usual en la sociedad israelí, donde a menudo grandes generales han pasado a ejercer cargos políticos del máximo nivel.

Gran parte de la sociedad israelí no perdona y ya desde el verano, junto a la oposición parlamentaria, exige la dimisión de la actual cúpula política.

Mientras, los dirigentes israelíes han sido víctimas de una especie de caída libre encadenada. Poco a poco, sobornos, errores e incluso escándalos sexuales han salido a la luz.

El ex ministro de Justicia Haim Ramón dimitió por un juicio de acoso sexual; el presidente israelí, Moshé Katzav, fue investigado después de las acusaciones de abusos sexuales e incluso violación por parte de varias mujeres que trabajaron en su oficina; y Halutz, aparte de las críticas por su dirección de la guerra, ha sido fuertemente atacado por vender acciones de Bolsa, poco antes de comenzar la contienda contra Hizbulá. Por si esto fuera poco, desde la semana pasada, el titular de Finanzas, Abraham Hirshzon, uno de los allegados del primer ministro israelí, está contra las cuerdas por apropiación indebida en la Administración de Hacienda.

Y mientras la comisión Winograd examinaba el comportamiento de Olmert y su equipo durante los 34 días de la guerra de este verano, el martes, el fiscal general del Estado, Erán Shendar, ordenó someter al primer ministro a una investigación policial bajo sospecha de haber favorecido a dos amigos -siendo titular de Finanzas del ex primer ministro Ariel Sharon, en el año 2005- para la compra de un paquete de acciones del Banco Leumí, el segundo del país, al ser privatizado.

Tras la dimisión de Halutz y la apertura de la investigación criminal contra el primer ministro por abuso de poder, la oposición parlamentaria y los dirigentes de las protestas populares exigen más que nunca la dimisión inmediata de Olmert y Peretz.

Un panorama poco alentador para un primer ministro y un titular de Defensa que ni siquiera han cumplido un año desde que fueron elegidos para sus funciones.

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