ERASMO Del regeneracionismo,
sus metáforas fisiológicas. Su alegato extrae secreciones, exudados tan recónditos
a gentes de la izquierda presunta, se les escapan los más ocultos orines falangistas,
tan livianos esfínteres ideológicos: bingo. Tan reaccionaria, judeocristiana sumisión
a la forma, tanta idiotez aristotélica. Cambio de roles: propaganda tan surrealista,
hace reír. El bueno, querido Máximo, tan boba consigna: llorar.
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