La consellera de Salut, Marina Geli, se reunió ayer con el presidente de Pasarela Barcelona, Josep Maria Donat, para empezar a trabajar en «un acuerdo» que implicará a todo el sector de la moda para luchar contra la anorexia. En la reunión, según Donat, se abordaron «muchos proyectos para, en la medida de lo posible, concienciar a la gente» contra los transtornos alimentarios.
El director de Salut Pública de la Generalitat, Antoni Plasència, explicó que el plan de actuación de la Generalitat no copiará el de la Comunidad de Madrid, que ha establecido una masa corporal mínima para las modelos que desfilan en Cibeles. Para Plasència, el hacer pasar a las maniquíes por la báscula antes de desfilar «no es el punto central del plan de trabajo de la Generalitat.«Difícilmente una medida punitiva o restrictiva hará avanzar las cosas», añadió.
Por su parte, Geli afirmó en el desfile de Antonio Miró que es necesario «un punto de inflexión» en todo el sector, que debe reflexionar y debatir sobre la imagen y las pautas de comportamiento que se proyectan de cara a la sociedad.
La reunión con el equipo directivo de Pasarela Barcelona fue la primera de una ronda de contactos en la que hay más actores implicados: empresarios del textil, del diseño, medios de comunicación y profesionales de la publicidad y la salud también serán tanteados por la conselleria, que pretende alcanzar «un compromiso social» respaldado por la «pluralidad» del sector, según Geli. «La pasarela es la que tiene más visibilidad, pero sería injusto dirigirnos sólo a ella», explicó la consellera, que habló de la urgencia de un «cambio en positivo en todo el sector».
Según el director de Salud Pública, «se trata de analizar las relaciones entre salud y moda, de sus consecuencias tanto positivas como negativas. Y de ir más allá de una simple visión reduccionista que puede llegar a victimizar sólo a una parte, las modelos.Queremos tener una aproximación más compartida, sentarnos con el sector y reflexionar sobre los patrones de comportamiento».En opinión de Plasència, la moda representa una parte muy importante para la economía catalana, por lo que se pretende establecer «un debate más allá de buenos y malos».
Tras la ronda de contactos y el debate público, la conselleria pretende establecer una especie de pacto social que implique a todo el sector que, de momento, «no se tratará de una regulación», según Plasència, pero que se materializará a lo largo de 2007 en forma de un compromiso oficial compartido por todo el sector que será puesto en práctica antes de la próxima edición de Pasarela Barcelona, en el mes de julio.
El director de Salud Pública recordó también que en julio de 2006 Pasarela Barcelona ya firmó un acuerdo con la Asociación Catalana Contra la Anorexia y la Bulimia y explicó que la conselleria «ha ido avanzando» en la materia estableciendo contacto con asociaciones y plataformas. Aunque también reconoció que el tema no se ha abordado con celeridad por las elecciones.
Madrid, por el pacto social
Fue quien impuso la moda de pesar a las modelos y continúa su lucha contra la anorexia. El Gobierno de Madrid ultima con más de un centenar de instituciones un pacto social contra la anorexia y la bulimia para ponerlo en marcha antes de la próxima Pasarela Cibeles, que incluirá entre sus medidas la propuesta de unificar tallas en la UE.
El Ejecutivo madrileño mantiene conversaciones con organizaciones del sector de la alimentación y la dietética, agentes sociales, médicos, pacientes y familiares, representantes de la Federación Madrileña de Municipios y del mundo de la moda, para concretar antes de fin de mes el citado Pacto.
Además, el grupo parlamentario 'popular' llevará a la Asamblea una proposición no de ley instando al Gobierno a que, en el ámbito estatal y dentro de sus competencias, adopte medidas similares a las contenidas en este Pacto para «concienciar a la sociedad».