JAVIER TOMEO
Resurrección de la novela rosa... Suponiendo, claro está, que alguna vez hubiese muerto. El público, sobre todo femenino, ha mostrado siempre su predilección por este género literario que defiende los valores clásicos, el amor romántico, etc... «Es evidente que se ha convertido en una de las tendencias de mayor crecimiento en España», afirma una importante especialista del país. No tenemos nada que objetar. Lo importante es que la lectura en este país se anime un poco. Que los españoles y españolas entren en el mundo de la lectura por el camino que prefieran.Luego, una vez dentro, a lo mejor cambian de preferencias literarias y compran nuestras novelas.
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Para los próximos días no se prevén vientos especialmente fuertes.De todas formas, cuidado, porque de vez en cuando Eolo libera a alguno de sus vientos que tiene encadenados en una cueva y se organiza la de San Quintín. «Tú eres como el viento que abre de pronto todas las ventanas», decía un personaje de Alejandro Casona. A mí, personalmente, no me gustan las personas explosivas que, como una furiosa racha de viento, abren las ventanas de golpe y rompen los cristales. Prefiero la gente tranquila que no arma grandes ventoleras y sabe escuchar nuestras excusas.
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El calentamiento global amenaza el futuro de este planeta y de todo lo que contiene. Hace unos días supe que está también amenazada la supervivencia del 30% de las aves europeas. «¿También el águila imperial?», me pregunta Ramón, nostálgico de otros tiempos y símbolos. «También -respondo, aunque sé que le parto el corazón-, el águila imperial desaparecerá de los cielos españoles como desapareció hace años del escudo estatal». Ramón sacude tristemente la cabeza. «Las águilas de antaño son gorriones hogaño», susurra, pero no se atreve a hacer más comentarios porque sabe que estoy inscrito en el partido de la oposición.
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Donde no hay publicidad resplandece la verdad. Es el lema que puso de moda una revista de humor ya desaparecida, La Codorniz.Eran tiempos en los que en España la publicidad no se había convertido todavía en ese cerco obsesionante que ahora nos estrangula a todos en cualquier parte. Puede que también entre nosotros se organicen esos comandos antipublicidad, un colectivo dedicado a sabotear anuncios, como sucede ya en París. Al fin y al cabo, de la capital de Francia nos llegan muchas cosas, como, por ejemplo, los niños. ¿O no es así?
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Las obras de arte de la Franja, ahora en el Museu Diocesà de Lleida, deben volver a la diócesis de Barbastro. Lo ha vuelto a recordar hace unos días el Nuncio. Es cierto que hay un recurso judicial presentado desde Lleida al Tribunal de la Rota, pero dicen que esta iniciativa, sea cual fuere el resultado, no suspende la ejecución de lo que en su día decidieron los obispos. La verdad es que no se entiende tanto empecinamiento.
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