MARTA LOBATO. Especial para EL MUNDO
ROMA - La Gioconda, la dueña de la sonrisa más enigmática de la Historia del Arte, fue una mujer de carne y hueso que vivió entre el siglo XV y XVI en Florencia, y se casó -o más bien, la casaron- a los 16 años con un próspero comerciante de sedas que estaba viudo.
Todos estos detalles y muchos más sobre la vida de Lisa Gherardini, la modelo más famosa de Leonardo da Vinci, fueron desvelados hace unos años por un experto de la obra del genial artista italiano, Giuseppe Pallanti, dando al traste de este modo con las más fantasiosas teorías que durante décadas habían circulado sobre la verdadera identidad de la Mona Lisa (incluida la de que era un autorretrato).
Ahora, uno de los pocos misterios que aún rodeaban la vida de Lisa Gherardini, el relativo a su muerte y posterior sepultura, acaban de ser esclarecidos. La segunda esposa de Francesco del Giocondo fue enterrada en el corazón de Florencia, más exactamente en lo que era el convento de Santa Ursula.
Buceando entre los documentos de un «archivo eclesiástico florentino poco visitado», el profesor Pallanti ha logrado descubrir todo lo relativo al final de la vida terrenal de la Gioconda. La mujer del cuadro expuesto en el museo del Louvre falleció el 15 de julio de 1542, a los 63 años de edad. El documento encontrado por Pallanti es un registro de decesos producidos en la parroquia de San Lorenzo. Entre los nominativos figura el de «Lisa», que fue «esposa de Francesco del Giocondo».
Monasterio abandonado
La mujer fue enterrada en el convento de Santa Ursula, probablemente en el patio. En la actualidad ese monasterio es un edificio que se encuentra en un desastroso estado de abandono. Lisa vivió retirada en ese lugar los últimos años de su vida, asistida -como había dejado dispuesto su marido- por una de sus hijas, sor Lucía.
El documento hallado precisaba que al funeral de la mujer asistieron todos los feligreses de la parroquia de San Lorenzo, lo que demostraría la gran notoriedad pública de la finada. El descubrimiento refuerza ulteriormente la tesis de que la Gioconda realmente existió, como escribió Giorgio Vasari en su Vidas de artistas florentinos.
«Por primera vez se ha completado la reconstrucción de la vida de esta mujer y se han encontrado además documentos que demuestran las ocasiones, vinculadas al comercio, en las que los del Giocondo y la familia Da Vinci mantuvieron contacto», precisó Pallanti, de 55 años, docente florentino y autor de una exhaustiva biografía sobre la mujer del celebérrimo cuadro.
Lisa Gherardini había nacido en el seno de una familia de la burguesía rural florentina. Desposó a Francesco del Giocondo, quien, a causa de sus negocios, recurría a menudo a los servicios del padre de Leonardo, que era notario. Lisa vivió en una casa situada enfrente de la de la familia de Leonardo da Vinci, en Florencia.
|