El amplio vocabulario farmacéutico de los aficionados al ciclismo ha incorporado un nuevo término: salbutamol. Así se llama la sustancia oficialmente prohibida que consumió Oscar Pereiro en dos etapas de la última edición del Tour de Francia. La noticia del escándalo apareció ayer por la tarde en la edición on line del diario Le Monde, aunque el corredor puede alegar en su defensa que había informado a la Unión Ciclista Internacional (UCI) acerca del consumo del medicamento.
Se perfila, por tanto, un nuevo contratiempo laberíntico al desenlace enmadejado de la ronda francesa. De momento, hay un ganador acusado de dopaje: Floyd Landis. Y hay un aspirante al título, Pereiro, a quien la Agencia Francesa de la Lucha contra el Dopaje (AFLD) considera culpable de haber consumido los días 17 y 19 de julio, en las etapas 14 y 16, respectivamente, una sustancia prohibida.
Los problemas para el ciclista español provienen de no haber presentado los informes médicos que justificarían el consumo de salbutamol. La UCI lo autoriza a efectos terapéuticos, pero la AFLD denuncia claramente desde París que Pereiro representa un caso «objetivo» de dopaje.
¿Consecuencias? Reglamento francés en mano, el ciclista revelación del Caisse d'Epargne podría ser descalificado de la edición de 2006 y condenado a quedarse fuera de la carrera prevista para 2007, todo un golpe frontal para un deportista que caminaba a una buenísima velocidad por el pelotón internacional. De paso, y con enorme ruido mediático, se alimentaría la leyenda que apunta hacia los medios de comunicación franceses (y en concreto Le Monde) y la propia organización de la gran carrera, por algo así como envidia hacia las huestes españolas, en las que ayer Miguel Indurain y hoy Rafael Nadal ocupan puestos de honor.
El veredicto dependerá de los argumentos que Pereiro ofrezca para demostrar su dependencia terapéutica del salbutamol. Se trata de un medicamento prescrito para prevenir las crisis de asma, aunque en elevadas dosis mejora claramente el rendimiento físico de los deportistas.
El ciclista español tiene que explicarse antes del 25 de enero. Será entonces cuando el tribunal de la AFLD se pronuncie definitivamente, aunque el presidente de este organismo ya anticipa que no estamos delante de un mero problema administrativo: «Queremos las pruebas médicas. De momento, no hemos recibido ninguna prueba en relación al uso del salbutamol», explicaba Pierre Bordy, en declaraciones al diario Le Monde.
Son 12 los ciclistas inscritos en la pasada edición del Tour que han solicitado permiso para consumir sustancias vetadas por razones terapéuticas. Cinco de ellos han adjuntado la documentación y las pruebas que justifican el privilegio, mientras que los siete restantes tienen pendiente acreditar un respaldo científico que la AFLD aguarda con sospecha.
Sospecha porque ni Pereiro ni sus compañeros de pelotón parecen darse por aludidos. Quizá por ello, la agencia francesa ha filtrado la bomba informativa a Le Monde y ha revelado con precisión que el salbutamol apareció dos veces en la orina del corredor del Caisse D'Epargne.
La AFLD únicamente tiene jurisdicción en territorio francés. Es decir, que Pereiro podría continuar con su trayectoria profesional en las pruebas de la UCI, incluso en la eventualidad de no haber aportado los informes médicos, en caso de ser sancionado.
El problema es el de la reputación. Sobre todo, porque el corredor gallego había redundado en las afirmaciones sobre la poca honestidad de Landis.
El ciclista estadounidense dio positivo por testosterona y tiene que comparecer en el tribunal de la propia Agencia Antidopaje Francesa el día 8 de febrero con las pruebas científicas de su defensa. Mientras tanto, no puede decirse quién ha ganado el Tour ni quién ha quedado segundo.
Razones que alimentan el optimismo del alemán Andreas Klöden, tercero en el podio de los Campos Elíseos y epígono de La Cenicienta siempre y cuando no haya nuevas sorpresas en el culebrón del Tour.
Rafael Blanco, director general del Consejo Superior de Deportes, reaccionó con velocidad a la noticia: «No existe caso respecto a Pereiro. Ni la Federación Española de Ciclismo, ni la Comisión Nacional Antidopaje han recibido notificación alguna de incidencia en alguno de los controles a los que se sometió Pereiro durante la ronda gala. Para nosotros no existe este asunto. No existe la comunicación a las autoridades españolas de ningún positivo», subrayó. Por eso, Blanco prefirió no ahondar en ninguna hipótesis sobre la posibilidad de que Pereiro vaya a ser o no nombrado ganador oficial.
LíDER EL DIA DEL SEGUNDO CONTROL.
La imagen es del miércoles 19 de julio. Es el podio instalado en la línea de meta de La Toussuire, y desde él saluda Oscar Pereiro, que ese día recuperaba el liderato del Tour. Esa etapa, la decimosexta, es una en las que, según Le Monde, el gallego dio positivo por salbutamol.
