Yoigo, el cuarto operador del sector, que lanzó su servicio el 1 de diciembre, no sólo está plantando batalla en el mercado (ya cuenta con 54.000 clientes) sino también en los despachos. La compañía controlada por el grupo sueco TeliaSonera presentó el pasado lunes un escrito en la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), denunciando el conflicto de interconexión con dos de sus competidores, Orange y Telefónica. La compañía que dirige Johan Andsjo pide en ese escrito a la CMT que obligue a estas dos compañías a firmar el acuerdo de interconexión, el que permite que los clientes de estas tres compañías puedan cruzarse llamadas entre sí.

Ya lo hacen sin problemas (las llamadas de clientes de Yoigo pueden conectar con Orange y Movistar, y viceversa), pero las compañías no pueden facturarse el coste que esto tiene porque no hay acuerdo firmado. El problema está en el precio de la terminación de red, es decir, lo que cada compañía cobra por las llamadas de clientes de otras empresas que acaban en su red. Yoigo decidió en octubre pasado que cobraría 17 céntimos de euro por minuto a los demás operadores por que sus clientes pueden hacer llamadas a los de Yoigo. A su vez, el cuarto operador, cada vez que uno de sus clientes hace una llamada a un teléfono de otra compañía, paga por minuto 11,14 céntimos si es Movistar, 11,35 si es Vodafone y 12,13 si es Orange, según las tarifas oficiales establecidas por la CMT, que regula los precios de estas tres empresas por ser dominantes.

Según Yoigo, este sobreprecio (un 40% sobre la tarifa de Orange, por ejemplo) se justifica por la necesaria discriminación positiva que reciben en toda Europa los nuevos operadores, facilitando así su rápida implantación y el coste inicial del desarrollo de la red. Pero estas condiciones sólo han sido aceptadas por Vodafone y otras compañías como Telefónica de España (de forma provisional), Euskaltel y Jazztel.

Orange y Movistar se han negado a firmar y esto ha levantado las iras de Yoigo, que no puede liquidar los ingresos provenientes de las tarifas de terminación de red. Éstos son aún muy bajos, pero a medida que crezca su base de clientes serán más significativos. Fuentes de Yoigo confirmaron a EL MUNDO su confianza en que la CMT resuelva en un par de meses y obligue a Orange y Movistar a firmar el acuerdo, pues sus tarifas de interconexión sí que están reguladas. Sin embargo, ambas compañías afirman que no está justificada una diferencia de precios como la que propone Yoigo. Fuentes de Orange recuerdan que cuando Amena llegó al mercado tenía los mismos precios de interconexión que sus competidores. Fue la declaración de operadores dominantes de Movistar y Vodafone lo que hizo que estas tarifas fueran más favorables a Amena.

Tanto Orange como Movistar, que han realizado varias propuestas de precio a Yoigo, creen que esta última tiene que rebajar sus pretensiones, pues «nunca ha habido un diferencial de precios tan alto», pero la compañía controlada por TeliaSonera recuerda que en países de Europa como Suecia, Austria o Portugal, entre otros, las tarifas que cobran los nuevos operadores a los ya establecidos son entre un 40% y un 100% superiores.