Del encuentro se informó una vez terminado y a través de sendos escuetos comunicados oficiales. Lo más llamativo de las notas es que, según el Gobierno vasco, «el objetivo es el de construir la paz, dentro de la apuesta por el diálogo, porque sin diálogo no hay esperanza».

Ibarretxe ha mantenido, incluso después del doble asesinato de Barajas, su opinión favorable a mantener el diálogo con ETA y, por supuesto, con Batasuna.

Zapatero ha dado por roto reiteradamente el proceso de paz y considera que no puede haber diálogo con ETA hasta que cambien las condiciones. Es decir, el presidente del Gobierno no descarta expresamente que en el futuro pueda reabrirse el diálogo, pero siempre con mayores exigencias hacia ETA, o sea, que considera que la bomba acabó con el alto el fuego y que una tregua ya no sería creíble.

Según fuentes no oficiales, el lehendakari pidió al presidente del Gobierno que no dé por cerrado el proceso de paz y el diálogo con ETA.

La nota de La Moncloa asegura que la reunión tuvo lugar «en un clima de plena cooperación entre ambos gobiernos».

Además, el presidente del Ejecutivo mantiene esperanzas sobre movimientos en una parte de la izquierda abertzale, con posibilidades de que dirigentes de Batasuna se desvinculen de la estrategia de ETA, según los datos que maneja.

Fuentes del Gobierno explican que Zapatero e Ibarretxe «compartieron análisis» ayer sobre la situación creada tras el atentado y del encuentro salió un «apoyo mutuo» en la nueva situación.

Ese acuerdo podría concretarse en algún tipo de estrategia común que Zapatero ya había coordinado en estas semanas con el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, con quien habla frecuentemente.

El Ejecutivo vasco aseguró que la entrevista con Zapatero entra dentro de los «contactos discretos que el lehendakari está manteniendo con sus interlocutores» con el objetivo de avanzar hacia el final de la violencia.

La reunión se acordó entre ambos hace días y se concretó hace una semana en la III Conferencia de Presidentes Autonómicos que se celebró en el Senado.

Es la sexta conocida en lo que va de legislatura. La última tuvo lugar el pasado mes de abril.

El grado de acuerdo, que ambas partes se esforzaron anoche en dar por sentado, se medirá hoy en la comparecencia prevista del lehendakari en el Parlamento vasco.

Entre los temas que trataron ayer está el interés del presidente del Gobierno de visualizar un nuevo pacto entre todos los partidos sobre ETA. Mantiene que intentará buscar el acuerdo con el PP, pero la dificultad es, precisamente, cómo hacer compatible su posición con la del PNV. De hecho, el Gobierno vasco hizo público el martes que condicionaba cualquier acuerdo a la derogación de la Ley de Partidos, al fin de la dispersión de los presos de ETA y al diálogo con la ilegalizada Batasuna. Además, Ibarretxe tiene que hacer frente al proceso judicial por reunirse con Arnaldo Otegi. El Gobierno rechaza derogar la Ley de Partidos, ve imposible que Batasuna se presente en las actuales condiciones a las elecciones municipales y forales y no parece dispuesto a acercar a los presos al País Vasco. Por eso, busca estos días un pacto de mínimos que no excluya nada, especialmente, el diálogo futuro con ETA en las condiciones citadas que, por ejemplo, podrían incluir ahora la entrega de armas.

Zapatero se comprometió el lunes a convocar una reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antiterrorista con el PP.

Para eso, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo ayer un primer contacto telefónico con el portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana. Ambos quedaron en volver a hablar para concretar en las próximas horas la fecha de la reunión del Pacto, según fuentes del PP.

La intención del Gobierno es intentar que la reunión se produzca la semana que viene y que hoy la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, pueda anunciar la fecha concreta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El anuncio del PP de que presentaría unilateralmente proposiciones no de ley en el Congreso ha dificultado aún más ese contacto. El ministro presidiría esa reunión con presencia de dirigentes del PSOE y del PP.

Luego, Alfredo Pérez Rubalcaba completará con el resto de grupos parlamentarios la ronda que se comprometió celebrar cada 15 días.

Es posible que Zapatero mantenga también contactos en los próximos días con otros líderes políticos en busca de ese pacto que quiere extender asimismo a organizaciones sociales.

El miércoles, el presidente del Gobierno anunció que se reuniría en breve con el líder del PNV, Josu Jon Imaz.