El diario Gara reveló en su edición de ayer que ETA y el Gobierno se reunieron por última vez durante la primera quincena de diciembre y consideraron un «acuerdo político entre partidos» vascos como «pieza clave» para desbloquear el proceso.
El diario asegura que tanto el Ejecutivo como la banda terrorista situaron el «acuerdo político» entre los partidos vascos como elemento «clave» para desarrollar el proceso. En este sentido, el Gobierno se comprometió a «no obstaculizar la negociación entre las fuerzas vascas para que éstas pudieran alcanzar un acuerdo».
«Si bien ambas partes mostraron su voluntad de seguir negociando en un momento crítico del proceso, quedó sentado que sería el acuerdo político a alcanzar en la otra mesa de negociación la piedra angular que marcaría el devenir de la mesa entre ETA y el Gobierno español. Así lo entienden todas las partes», añadía el diario.
Durante la reunión, la organización terrorista también exigió que se respetaran los derechos de los presos y que se desactivaran las medidas de excepción, «independientemente de que si, al final, se producían avances significativos en el proceso, su pretensión fuera hablar de la excarcelación de todos los prisioneros vascos».
ETA también insistió en la necesidad de que el Gobierno cumpliera todas las garantías establecidas en los acuerdos que dieron lugar al alto el fuego y advirtió del peligro de que «nuevos ataques policiales y judiciales puedan reventar el proceso», y de las consecuencias de la «situación extrema» del preso Iñaki de Juana Chaos, en huelga de hambre.
Durante el encuentro, la organización terrorista presentó también una propuesta global para desarrollar el proceso durante los próximos años si se llegaba a alcanzar un acuerdo.
Mientras, la situación de la izquierda abertzale es cada vez más convulsa. Ayer, el dirigente de Batasuna Joseba Permach compareció ante los medios para ratificar las declaraciones realizadas por Arnaldo Otegi el pasado martes, en las que aseguraba que el último comunicado de ETA había sembrado «confusión» entre las filas radicales.
Permach dejó claro que sus reflexiones son «colectivas» y denunció que se esté intentado utilizarlas para «echar balones fuera» y «poner la pelota, única y exclusivamente, en el tejado de la izquierda abertzale».
En su opinión, es preciso realizar una reflexión «colectiva» sobre lo acontecido durante los últimos nueve meses y recalcó que a todos les corresponde iniciar «cuanto antes» un proceso de diálogo y negociación. En caso contrario, se estaría cometiendo «un error».
Sin embargo, Joseba Permach reconoció que, «obviamente», la formación ilegalizada y sus bases «también» tienen cosas que hacer. Afirmó que la izquierda abertzale «tendrá que hacer sus propias reflexiones y aportaciones para salir de la situación actual». «Es más que evidente que por la vía judicial o policial no se va a solucionar este conflicto y que todo el mundo sabe que es la vía del diálogo la única que puede traer un proceso de soluciones definitivas», reiteró, tras destacar el error que supondría ilegalizar el PCTV.