FERNANDO LAZARO
MADRID.-
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que el Gobierno sí tenía «un plan B y C» por si fracasaba el alto el fuego de ETA. Respondía así al ex presidente Felipe González, que el pasado miércoles reprochó a José Luis Rodríguez Zapatero que «sólo» trabajara sobre la hipótesis de que el proceso de paz «podía salir adelante». Para el ex presidente, «en la lucha contra el terrorismo se debe trabajar con dos, con tres o con cuatro hipótesis». No obstante, Rubalcaba aseguró que siempre leía con interés las palabras de González.
Por contra, el presidente de CiU, Artur Mas, dio la razón a Felipe González en que Zapatero se equivocó al «apuntarse sólo a la hipótesis más optimista» en la negociación con ETA. En declaraciones a Antena 3, Mas dijo que esa actitud «puede tener consecuencias» y es peligrosa ante interlocutores «que ponen bombas». Para él, Zapatero cometió un «grave error» y debió limitarse a «trabajar para conseguir una hipótesis».
En esta misma línea, se pronunció ayer el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, quien afirmó que el Ejecutivo sobrevaloró «intuiciones» y minusvaloró, por el contrario, investigaciones. «Hemos sobrevalorado las oportunidades, no hemos valorado adecuadamente la voluntad de abandono de las armas de la organización terrorista y, además, el Gobierno no debería haber publicitado las intuiciones y minusvalorado las investigaciones», añadió
El titular de Interior aprovechó de nuevo ayer su comparecencia ante los medios para hacer un llamamiento al PP para que «abandone la confrontación» y busque puntos comunes que permitan un consenso en materia antiterrorista.
Sin embargo, lanzó duras críticas contra la formación popular por sus propuestas parlamentarias para avanzar en la lucha contra ETA. El ministro, durante la inauguración de la nueva sede del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA), acusó a la formación liderada por Mariano Rajoy de «buscar más la confrontación que la unión».
«Cuando alguien presenta una proposición que sabe que es cuestionable, que no la comparte todo el mundo, y además lo hace ya en el Pleno del Congreso, lo que está haciendo es buscar más bien la confrontación que la unión. Y déjeme que le diga» -añadió- «que creo que ya hemos hecho bastantes plenos de confrontación sobre la política antiterrorista». Según el ministro, esta situación de «confrontación» es la que más agrada a la organización terrorista ETA; «lo que disgusta a los terroristas es la unión» de los partidos políticos.
Rubalcaba abogó por poner fin a la confrontación política y por buscar mecanismos «unitarios» para hacer frente al periodo político abierto tras el atentado de ETA.
Asimismo, aseguró que no había novedades sobre las investigaciones llevadas a cabo por las Fuerzas de Seguridad del Estado sobre el atentado perpetrado por ETA en la T-4 de Barajas el pasado 30 de diciembre. Pero sí admitió que los terroristas realizaron hasta siete llamadas de teléfono antes de que estallara el vehículo. En su día, el ministro explicó que ETA había realizado tres avisos (dos desde un teléfono móvil y uno desde una cabina de San Sebastián).
Ahora se ha conocido que ETA realizó otras cuatro llamadas desde ese mismo móvil. Según Rubalcaba, esas cuatro llamadas fueron realizadas al diario Gara, pero ninguna de ellas fue atendida. Añadió que en las otras tres los terroristas dieron detalles del vehículo, de la matrícula y de su ubicación en el aparcamiento.
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