No es nuevo. Lleva funcionando desde mayo de 2004. Y desde su origen, trata de poner fin a los múltiples episodios de descoordinación policial que se pusieron de manifiesto tras la masacre del 11-M.
Ayer, el ministro del Interior, acompañado de toda la cúpula de su Departamento, acudió al Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) para inaugurar su nueva sede.
Pérez Rubalcaba aseguró que este centro es un «peldaño más» en la lucha antiterrorista, un peldaño de los muchos construidos ya por los diferentes gobiernos de la democracia. «Cada uno ha ido poniendo sus peldaños en una escalera que hoy está más alta gracias al trabajo compartido por todos los gobiernos democráticos», señaló.
Recordó que el objetivo de este Centro es coordinar la información de la que disponen los diferentes servicios policiales para, a partir de ella, se elaboren informes de inteligencia que permitan combatir con mayor eficacia cualquier tipo de amenaza terrorista. De ahí que insistiera en que con este organismo se va a «mejorar extraordinariamente» la coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que, según dijo, «ya de por sí es buena».
Por su parte, el director del CNCA, Eugenio Pereiro, precisó que este organismo recoge, evalúa y determina el grado de amenaza terrorista que tiene España, quién está dispuesto a materializarla y cuáles son las causas, sobre todo en el ámbito del terrorismo global.
Según explicaron los responsables de Interior, el CNCA acaba de poner en marcha una compleja estructura informática, llamada Sicoa (Sistema de Coordinación de Operaciones Antiterroristas), que recogerá todas las investigaciones en curso de Policía, Guardia Civil y Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con el objeto de que éstas no se dupliquen. Se trataría de otro mecanismo encaminado a evitar la descoordinación entre los diferentes cuerpos.
El último episodio de descoordinación policial se produjo hace poco más de un mes. La Policía detuvo a 11 islamistas en Ceuta pertenecientes a una célula que la Guardia Civil también había comenzado a investigar. Ambos cuerpos trabajaron de forma paralela, sin coordinación. La Policía, con el juez Garzón, y la Guardia Civil, con el juez Del Olmo. Ambos magistrados tampoco se habían coordinado, ni siquiera a través de la Fiscalía.
Según explicó Rubalcaba, el Sicoa seguirá «de forma permanente» las investigaciones de Policía, Guardia Civil y CNI. Se trata, añadió el ministro, de «un instrumento informático especialmente complejo» alimentado permanentemente por los trabajos de los tres cuerpos. «Lo que permite, básicamente, es coordinar, evitar duplicidades y señalar caminos de coordinación cuando hay operaciones que permiten estos camino», precisó Pérez Rubalcaba.
El ministro apeló a la discreción y a la confidencialidad de los trabajos del CNCA cuando se le preguntó en qué estado se encuentra la amenaza terrorista de ETA hoy en día.
Pérez Rubalcaba tuvo tiempo para defender el modelo de coordinación entre cuerpos policiales frente a quienes apuestan por la unificación de Policía y Guardia Civil, defendiendo los «mecanismos» de cooperación.