MADRID. - ¿Hay vida después de la jubilación? Sí, y dos terceras partes discurren con la salud intacta. La otra, el tercio que queda, viene con alguna discapacidad, días y noches pendientes de la dependencia, y se paga a 10.500 euros anuales.
Eso es lo que paga de media por los cuidados que recibe un mayor de 65 años con algún tipo de dependencia, el panorama al que se enfrentan unos dos millones de personas en España. Sin Ley de Dependencia de por medio, lo que le costará a una persona de entre 65 y 70 años la atención que necesite hasta que muera rondará los 58.000 euros. Con Ley de Dependencia cofinanciándole la vida, no subirá de 12.000. O sea, un ahorro de 46.000 euros.
La teoría y las cuentas son de Longevidad y Dependencia en España, primer estudio que calcula el coste de las discapacidades futuras en cada franja de edad, que prevé probabilidades de supervivencia y que relaciona los años que quedan de vida con el tipo de dependencia que se tenga.
El trabajo, financiado por la Fundación BBVA y firmado por Montserrat Guillén, habla de 3,5 millones de discapacitados en España (un 9,4% de la población total), pero se centra en quienes superan los 65 años. A partir de ahí, una de cada tres personas que sobrepasa esa edad presenta alguna capacidad reducida.
Tirando de datos oficiales, Guillén, catedrática de Econometría, Estadística y Economía de la Universidad de Barcelona, ha dibujado un panorama lleno de buenas noticias para el futuro de un país que en 2050 «llegará a ser el más envejecido del mundo».
Entre los pálpitos positivos de los números está que en los últimos cinco años la esperanza de vida de los españoles al nacer ha subido uno; de 79 a 80. «Quien nazca en 2007 tendrá más esperanza de vida que quien haya nacido en 2006», decían ayer en la presentación del estudio.
Pero a lo largo de toda la investigación asoma la cara la diferencia de género. Resumiendo, las mujeres tienen unos siete años más de esperanza de vida que los hombres, lo que también aumenta su tasa de discapacidad. Así que el trabajo diferencia constantemente todos los datos en masculino y femenino.
Por ejemplo, el porcentaje de vida en salud -los años que se viven sin dependencia- es superior en los hombres que en las mujeres en todos los tramos de edad.
Estamos en 2010
De los dos millones de discapacitados mayores de 65 años que hay en España, 626.000 son considerados dependientes moderados, 579.000 graves y 819.000 totales.
A los 65 años, se espera que el 11% restante de la vida de los hombres transcurra en situación de gran dependencia. En las mujeres será el 17%. Esos porcentajes suben a medida que la persona tiene más años.
El informe de la Fundación BBVA se coloca en el año 2010 y compara la esperanza de vida con y sin discapacidad. Un hombre de 70 años tendrá una esperanza de vida de 14 más. Si está libre de discapacidad, su previsión de vida en salud será de 10 años -dato que jamás se había obtenido- y de cuatro si es dependiente. En 2010, una mujer de 70 años tendrá una esperanza de vida de 17 años. Pasará 11 libre de discapacidades y seis con alguna ayuda por su dependencia.
La factura de esta vida ayudada tiene un antes y un después de la Ley de Dependencia. Dice el estudio que el Estado financiará totalmente la gran dependencia y que cubrirá el 30% de los gastos de las otras. Bajo esas premisas, un hombre de 75 años sin ayuda del Estado pagará 44.000 euros en cuidados hasta que muera, pero con la manita estatal sólo serán 6.000. La mujer sin colaboración económica pagará 71.000 euros y con cofinanciación, 9.000.
Murcia 'depende'
El mapa de la discapacidad enseña sus picos en Andalucía y en Cataluña, los lugares donde hay más personas dependientes, según el estudio de la Fundación BBVA. En concreto, de los dos millones de mayores de 65 años con alguna discapacidad que hay en España, 380.000 están en Andalucía y 319.000 en Cataluña.
Pero, en proporción, Murcia es la campeona de esta tabla con ayuda. Allí, el 40% de los mayores de 65 años presenta algún tipo de discapacidad, cuando la media nacional se sitúa en el 32%. Andalucía, Extremadura y Castilla y León superan el 35%, algo que sugiere un binomio entre bajo nivel de renta y más tasa de discapacidad, y también la relación que existe entre población envejecida y dependencia.
De los -según el informe presentado ayer- más de 800.000 grandes dependientes que hay en España, Andalucía, Cataluña y Galicia albergan el mayor número. Hay 166.000 personas en Andalucía que no pueden realizar ninguna actividad sin ayuda; 118.000 en Cataluña y 80.000 en Galicia. En La Rioja son 3.478.
