Como viene ocurriendo en las últimas semanas, el servicio de Metro volvió a fallar ayer -de nuevo en la línea 6- y las administraciones responsables, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, asumieron por primera vez de forma clara el problema. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, hizo un «encargo especial» a la Consejería de Transportes y a la empresa pública: que se adopten «medidas urgentes» para paliar las incidencias, retrasos y averías que vienen produciéndose desde hace tiempo. Así lo anunció el vicepresidente regional y portavoz, Ignacio González, tras el Consejo de Gobierno, quien se refirió a estos sucesos como «incidencias no deseadas».
«Se están produciendo algunas incidencias no deseadas por las que, de manera reiterada, pedimos disculpas a los ciudadanos perjudicados», explicó el portavoz del Ejecutivo regional. Según sus palabras, la Comunidad y el Ayuntamiento están haciendo «el mayor esfuerzo de modernización, expansión y renovación de toda la red, tanto de la antigua como de los nuevos tramos que se están desarrollando».
Según apuntó González, las líneas 6, 3 y 7 están teniendo una mayor afluencia de viajeros por las obras en superficie que existen en determinadas zonas. Esa aglomeración está produciendo problemas de cierre de puertas, como apuntó después el director general de Metro, Ildefonso de Matías, retrasos y «perturbaciones, que no averías», puntualizó.
Ayer y antes de que se produjera la cascada de reacciones a estas incidencias -en la Comunidad, el Ayuntamiento o desde la oposición-, la línea 6 sufrió su enésima incidencia. Al filo de las 8.45 horas, un tren que abandonaba Sainz de Baranda tuvo que retroceder y detener el servicio porque el motor no tenía fuerza para continuar, según el suburbano. La dirección de Metro aseguró que el incidente no duró más de 15 minutos, pero algunos usuarios llegaron a hablar de un retraso de 50 minutos.
El vicealcalde, Manuel Cobo, también se refirió a estas averías tras la Junta de Gobierno del Ayuntamiento. Cobo aseguró que no existe «una especial relevancia en el número de averías» en la red, aunque reconoció que hay en «determinadas líneas, y sobre todo en determinados tramos, una saturación muy importante por incremento de la demanda».
El número dos de Alberto Ruiz-Gallardón explicó que este aumento del número de viajeros tiene «mucho que ver» con la mayor accesibilidad a este medio de transporte y con las diversas ampliaciones llevadas a cabo. Además, el portavoz municipal afirmó que algunas líneas del suburbano «han mejorado comparadas con otros ejercicios».
Por la tarde, el director gerente de Metro de Madrid, Ildefonso de Matías, explicó alguna de las causas. En su opinión, el «importante aumento en el número de viajeros», las dificultades para cerrar las puertas, la existencia de un tramo en pendiente en la línea 6 entre Méndez Alvaro y Avenida de América y el calentamiento de los elementos de tracción están contribuyendo a que se acumulen los problemas.
Como explicó De Matías, la empresa pública está estudiando -anoche volvió a haber otra reunión- una batería de medidas para gestionar «de mejor manera» la movilidad de los usuarios en las estaciones de la línea 6. Entre ellas, se distribuirá personal en los andenes para que ayude a los conductores a que el cierre de puertas de los trenes se produzca de un modo «más rápido y seguro». No se trata de empujadores como los del Metro de Tokio, según explicaron fuentes del suburbano, serán personas que ordenarán el acceso para que las puertas puedan abrir y cerrar de forma fluida, facilitando la circulación de los trenes.
El director gerente de Metro también adelantó que el índice de averías de los trenes de la línea 6 se ha reducido un 10% en 2006 con respecto al año anterior, informa Efe.
La demanda de viajeros ha experimentado un «importante aumento», sobre todo en el arco comprendido entre Legazpi y Nuevos Ministerios, lo que redunda en una menor velocidad comercial de la línea «porque los conductores», dijo De Matías, «tienen dificultades a la hora de hacer la maniobra de puertas».
Explicó a este respecto que los sistemas de seguridad impiden que el tren arranque si las puertas no están cerradas, algo que no sucede si detectan un obstáculo mayor de 60 milímetros o se ejerce presión.
«La posibilidad de que esto se plantee en hora punta es mayor que el resto del día», explicó el director, que apuntó además que existe un pendiente «fuerte» que deben salvar los trenes entre Méndez Alvaro y Avenida de América, lo que complica la circulación.
«Si el tren va muy cargado y ha estado funcionando durante largo tiempo, la sonda de temperatura de los elementos de tracción adquieren, en algunos casos, una temperatura superior a la prevista y el tren pierde tracción», explicó.
Éstos son, a juicio del gerente de Metro, los grandes motivos que, en principio, están induciendo a que haya «más perturbaciones, que no averías», en los trenes de la línea 6.
A partir de ahora, el personal de Operación y de Ingeniería «va a bajar a la línea y estará muy pendiente, de lo que sucede en el tramo que presenta las mayores incertidumbres para dar el nivel de servicio que a nosotros nos gustaría».
Aseguró además que para mejorar la oferta de la línea 6 hay en marcha dos proyectos, uno ligado al cambio de señalización y otro a la necesidad de energía, en torno a la que están proyectadas dos nuevas subestaciones eléctricas cuyas obras comenzarán próximamente.
Respecto a los retrasos en las líneas 3 y 7, el director de Metro manifestó que en dos o tres meses se alcanzará el nivel óptimo en los nuevos trenes que circulan por ellas.
La oposición cargó ayer contra la Comunidad y el Ayuntamiento por la que entienden es la principal causa de este deterioro de la calidad: una inversión cada vez menor en el mantenimiento y en que se está primando «la cantidad sobre la calidad» en alusión a la ampliación de la red en 90 kilómetros que está acomentiendo el Gobierno de Esperanza Aguirre.
El candidato a presidir la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, solicitará un pleno extraordinario de la Asamblea de Madrid para debatir las averías que se están produciendo. Simancas aseguró que «los usuarios están hasta el gorro de padecer averías cuando van a sus lugares de trabajo», informa Efe.
«Está muy bien inaugurar estaciones cada dos o tres días, pero la red de Metro tiene que pasar de la cantidad a la calidad, sin averías cada 20 minutos», dijo.
El candidato a alcalde de Madrid, Miguel Sebastián, incidió en el mismo problema y aseguró que las averías «se deben claramente a la falta de inversión en mantenimiento y a la mala gestión».
Por su parte, el secretario general de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Madrid, Eustaquio Jiménez, atribuyó ayer el aumento de las denuncias por averías en el suburbano a la «precipitación en el uso de los convoyes nuevos».
En opinión de Jiménez, el «rodaje insuficiente» de los nuevos trenes, así como el crecimiento excesivo de la red «sin atender de manera adecuada a la calidad del servicio» provocaron que el número de quejas y denuncias se multiplicara por cinco.
REACCIONES A LA POLÉMICA
Ignacio González: «Se está haciendo el mayor esfuerzo de modernización de toda la red, de la antigua y de la nueva»
Manuel Cobo: «No hay una especial relevancia en el número de averías aunque hay una saturación importante»
Rafael Simancas: «Está muy bien inaugurar estaciones, pero la red tiene que pasar de la cantidad a la calidad»
Miguel Sebastián: «Las averías se deben claramente a la falta de inversión en mantenimiento y a la mala gestión»