La cuchillada del hielo se dejó sentir especialmente en Oklahoma, con 23 muertes causadas sobre todo por accidentes de tráfico y por la falta de suministro eléctrico, que ayer afectaba a más de 78.000 hogares al cabo de cinco días de temperaturas bajo cero que provocaron el cierre de carreteras y aeropuertos.

El pasado domingo, el gobernador Brad Henry solicitó la declaración de «zona catastrófica» para el estado y en los últimos días ha recorrido las comunidades más aisladas con los equipos de emergencia. «En algunas zonas la desolación es absoluta, como si acabara de pasar una guerra», declaró. Uno de los momentos más dramáticos se produjo con la evacuación de un asilo en la localidad de McAlester, donde se declaró un incendio causado por el derrumbamiento de un tejado como consecuencia del hielo. Los 58 residentes pudieron ser evacuacados sin que se produjeran heridos.

En el aeropuerto de Dallas, uno de los más transitados del mundo, se suspendieron más de 350 vuelos ante la falta de capacidad para deshelar las pistas. Casi 500 kilómetros de la autopista I-10, que atraviesa Texas de este a oeste, fueron cerrados al tráfico por la acumulación de nieve y hielo.

El frío inusual provocó el cierre de El Alamo, del parque temático Sea World y de todas las atracciones turísticas de San Antonio, que no experimentaba temperaturas tan bajas desde hace más de dos décadas. Los hospitales del sur de Texas declararon también el estado de emergencia ante la falta de suministro de sangre.

En Texas se llegaron a contabilizar una decena de muertes. El hielo penetró en el desierto, cruzó el río Grande a la altura de El Paso y llegó hasta el corazón de Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera. Missouri, con 11 muertes hasta ayer, fue otro de los estados más afectados por la ola de frío. Más de 128.000 hogares seguían ayer sin suministro eléctrico por tercer día consecutivo y unas 3.600 se vieron obligadas a combatir el frío en los 85 refugios habilitados por el estado para la ocasión.

En California, el temporal repentino de nieve llegó hasta las palmeras de Malibú. La tormenta de hielo obligó a cerrar temporalmente la I-5, una de las autopistas más transitadas del enjambre que rodea Los Angeles. El frío excesivo ha arruinado gran parte de la cosecha de cítricos de este invierno y ha provocado el despido de cientos de inmigrantes temporeros. En el noreste de Estados Unidos, la manta de nieve llegó con casi dos meses de retraso y pilló desprevenidos a los vecinos. En Maine y New Hampshire, con fuertes vientos del norte, las temperaturas descendieron a los 15 bajo cero. En Michigan y en el estado de Nueva York, más de 40.000 casas seguían ayer sin electricidad y decenas de pueblos quedaron aislados por la tormenta de hielo.

El Servicio Nacional del Clima levantó la «alerta» por temporal en gran parte de Texas, pero advirtió que el midwest y algunas zonas del noreste y el noroeste del país están todavía amenazadas por la ola de frío. Según los meteorólogos, el descenso vertiginoso de las temperaturas, como contrapunto a las temperaturas inusualmente altas de primeros de enero, puede ser atribuible a las fluctuaciones causadas por El Niño.