Los diputados, todos partidarios del jefe del Estado a consecuencia del boicot por la oposición de las elecciones legislativas en 2005, aprobaron por unanimidad una ley que autoriza a Chávez a legislar por decreto durante año y medio.

El presidente está, por consiguiente, autorizado a «dictar por decreto (...) con fuerza de ley», declaró la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, después de la votación que se produjo a mano alzada.

Ya anunciada por Chávez durante su investidura, la nueva ley, llamada «de Habilitación», da la posibilidad al jefe de Estado de promulgar tanto leyes ordinarias como orgánicas.

La presidenta del Legislativo de Caracas ironizó sobre las acusaciones de abuso de poder lanzadas por la oposición. «Se opondrán siempre con exageración y más todavía cuando sepan que estas leyes van a profundizar la revolución», dijo, según informa France Presse.

Reelecto en diciembre, el dirigente venezolano, jefe de filas de la izquierda antiliberal en América Latina y bestia negra de Washington, anunció la semana pasada su intención de proseguir la «construcción del socialismo».

En el poder desde 1999, este ex teniente coronel golpista, hijo espiritual del líder cubano Fidel Castro, adelantó en el transcurso de su reciente investidura un vasto plan de nacionalizaciones en el sector de la energía y las telecomunicaciones. También prometió una gran reforma constitucional.

Chávez proclamó entonces su voluntad de recuperar para el Estado «la propiedad de todos los medios de producción estratégicos», en especial el control de la producción petrolífera en el cinturón del Orinoco, la región que posee las mayores reservas de hidrocarburos.

Unico miembro latinoamericano de la OPEP y quinto exportador mundial de crudo, Venezuela produce más de tres millones de barriles de petróleo al día, de los que la mitad se exportan a EEUU.