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| Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado en el que se pudo (Marie von Ebner) |
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| Impresiones |
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| Tropieza la campaña de Ségolène Royal |
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Pocos días después de la exhibición de unidad y fortaleza que ofreció en su designación como candidato a las presidenciales francesas, Nicolas Sarkozy ha recibido un inesperado regalo de su contrincante, la socialista Ségolène Royal, cuya rutilante carrera hacia el Elíseo ha tropezado con el primer obstáculo serio. La crisis de la campaña de la candidata del PSF reúne todos los ingredientes necesarios para lograr un gran impacto en la opinión pública, no en vano sus expectativas de victoria han descendido un 10%. El origen de la polémica remite a unas declaraciones del secretario general de los socialistas franceses, François Hollande -a la sazón pareja de Royal y padre de sus cuatro hijos-, en las que abogaba por subir los impuestos a los contribuyentes con salarios altos. La candidata se desmarcó de la propuesta con palabras evanescentes, como suele ser habitual en ella. La polémica dista de ser un hecho puntual, puesto que remite a la endémica crisis interna que aqueja al PSF, dividido entre los viejos socialistas como Hollande y una suerte de nueva vía, que teóricamente representaría Royal. Las tensiones han acabado afectando al portavoz de la campaña, suspendido ayer por la candidata tras haber bromeado en un programa de televisión diciendo que «el único defecto de Ségolène es su compañero», en referencia a Hollande. Además, la pareja se ha visto obligada a hacer público su patrimonio al trascender que tienen tres pisos en una sociedad para pagar menos impuestos. Royal necesitará algo más que glamour para hacer frente a estas contradicciones.
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