Huguet, que ayer visitó la Universidad de Girona, cree que hay motivos para mantener Filología Catalana. «Si el sector público genera, como me parece que tocará generar, porqué es voluntad de este Gobierno, aumentar los cursos de catalán para inmigrantes, habrá una cantidad de puestos de trabajo que cuando esto se haga público hará también que crezca la demanda también de estudiantes».

En esta línea, el conseller también destacó la fuerza que puede tomar la UOC para aquellas titulaciones con un menor número de matriculados, además de ser también una salida para todo aquel profesorado que se puede ver afectado por la reordenación del mapa universitario catalán.

En cuanto a la polémica sobre la supresión de las titulaciones con menos demanda que prevé el nuevo marco europeo de titulación superior, explicó que el gobierno ha abierto una vía de colaboración con la UOC, que es privada pero recibe dinero público, para que asuma estas carreras y evitar así que desaparezcan. «La UOC debería ser un instrumento del resto de universidades para dar enseñanzas no presenciales, es decir, a través de Internet; esto quiere decir que una parte del profesorado, que a lo mejor no tiene alumnos presenciales, puede en la práctica actuar de profesor de la UOC para aquellos cursos no presenciales que seguro que se generarán en otros ámbitos». «Hay muchas posibilidades de resituación» manifestó el conseller Huguet.

En este sentido indicó que debe analizarse caso a caso y carrera a carrera y seguramente «en algunas titulaciones el número puede quedar corto y en otras puede quedar largo, por lo tanto el número solo no es el tema, deben verse también el mercado de trabajo y las prospectivas de futuro».

Por su parte la decana de la Facultad de Letras de Girona, Rosa Congost, aseguró no saber imaginarse «una universidad sin estudios humanísticos». «Si hace 15 años el Gobierno, la Generalitat y todas las fuerzas políticas apostaron por las actuales universidades creo que no tiene demasiado sentido depende de que debate en estos momentos», añadió.

Desde la Facultad de Letras no se mostraron de acuerdo con eliminar carreras en función del número de matriculados.