Su caso viene a confirmar la querencia del club por renovar a prácticamente todos los integrantes de un grupo campeón. El pasado año, sólo se marcharon Larsson y Van Bommel por propia voluntad, y Maxi y Gabri para intentar tener más minutos. Hace dos veranos, sólo tres jugadores -Gerard, Albetini y Fernando Navarro, todos ellos con un papel testimonial en el equipo- abandonaron el club.

Belletti no quiso desvelar cuántos años le ha ofrecido el Barça ni entró en los detalles económicos. Con esta renovación, el club ha culminado un proceso en que ha atado a prácticamente todos sus futbolistas como mínimo hasta 2008. Txiki Begiristain, secretario técnico del equipo y máximo responsable del área deportiva del equipo desde que Sandro Rosell dimitiera y no se le buscara sustituto, ha dividido a sus jugadores en dos grandes grupos a la hora de fijar la duración de su contrato. Por una parte están los cracks y los recién llegados, cuyo contrato expira en 2010. Forman parte de este grupo Ronaldinho, Puyol, Deco, Xavi, Valdés, Márquez, Zambrotta y Gudjohnsen. Eto'o es la única excepción entre las vacas sagradas, ya que acaba contrato en 2009. Caso aparte son los jóvenes talentos de Messi e Iniesta, llamados a ser los líderes del equipo a medio y largo plazo.El argentino renovó recientemente hasta 2014 y el centrocampista, cuyo contrato finaliza en 2010, podría ampliar su contrato en próximas fechas.

El segundo grupo lo configuran los jugadores que se consideran ya amortizados, los más veteranos y los que no son prioritarios para Begiristain. En este grupo están Thuram, Motta, Giuly, Gio, Ezquerro, Sylvinho, Jorquera, Oleguer y Edmilson. La renovación de Belletti sorprende por cuanto el brasileño, hasta la final de París en que el Barça se proclamó campeón de Europa, se pasó buena parte del año con el cartel de transferible a causa de su rendimiento.

Belletti cuajó una gran primera temporada nada más llegar al Barcelona procedente del Villarreal, en que fue indiscutible y ante las bajas del equipo se ganó la plena confianza de Rijkaard.Sin embargo, el pasado año, el de la conquista del doblete, el entrenador holandés apostó por Oleguer -más limitado en ataque pero mucho más solvente en defensa- como titular e incluso solicitó el fichaje de Zambrotta en verano. La crisis de juego del lateral brasileño vino refrendada también en la selección brasileña, donde pasó de ser el supuesto heredero de Cafú a desaparecer de las listas en beneficio de los jóvenes Cicinho (Real Madrid) y Maicon (Inter de Milán).

Tras el gol que valió la Champions, el cuerpo técnico llegó a la conclusión de que traspasar a Belletti o forzar su salida habría caído como una bomba entre la afición y sobre todo en el vestuario, donde cuenta con grandes amigos y es integrante del clan brasileño. En su tercera temporada en el Camp Nou, sólo ha jugado cuando Zambrotta ha estado ausente, aunque actualmente suma más minutos que Oleguer.

Las dificultades para remozar los equipos ganadores son habituales en el mundo del fútbol. En tiempos del Dream Team, Cruyff ya llevó a cabo una traumática renovación de su equipo. En el caso de los futbolistas más dependientes de la velocidad -como es el caso de Belletti-, la experiencia demuestra que su rendimiento disminuye cuando superan los 30 años. Es el caso, por ejemplo, de Albert Ferrer, Sergi Barjuan o Stoichkov en su día. Por eso las renovaciones de Gio -que cumple los 32 años el próximo mes y finaliza contrato en 2008-, Sylvinho -camino de los 33 y también renovado hasta 2008- o Belletti, con los 30 años ya cumplidos, hacen pensar en la necesidad de que el Barça empiece a rejuvenecerse.

Existe un precedente a la actual política de renovaciones del Barcelona. El Milan, después de ser campeón de Europa en 2003, renovó a la práctica totalidad de sus futbolistas hasta edades más allá de lo razonable. Al año siguiente ganó el Scudetto, pero desde entonces se cayó irremisiblemente de la elite y no volvió a ganar ningún título. Fue por una simple cuestión de edad.