LETICIA BLANCO
BARCELONA.-
Custo se está poniendo hardcore. Vale que la etapa de la dulce y chic chica-Labanda quedó atrás, pero lo de la macrofiesta celebrada el jueves por la noche en el Espacio Movistar del Fòrum parecía el Bada Bing a ratos. Carne, carne y más carne (femenina, eso sí) fue lo que se vio en un show estudiadamente agresivo, calculadamente sexy y pensado para divertir a los fans de Custo. Que van desde el burgués catalán ciencuentón al jovencito pijín que no paró de hacer fotos con el móvil a las go-gós, que bailaban en biquini en unas jaulas flotantes.
Custodio Dalmau trabajó casi tanto como sus modelos, atendiendo a una aglomeración de amigos y famosos a los que arropó como buen anfitrión. A unos más que otros, claro: a Judith Mascó la rodeó por la cintura en el photocall. Con el alcalde de Barcelona Jordi Hereu se cortó un poco más y fue el alcalde el que se animó y, en un ataque de espontaniedad, le pasó la mano por detrás de la espalda ante los fotógrafos.
Lo de las jaulas excitó al público, que se metió en ellas a bailar desde primera hora de la noche. A los más animados les costó abandonarlas cuando llegó el turno de las go-gós, que estuvieron bailando incansablemente hasta altas horas de la madrugada a ritmo de la electrónica más fiestera. Después vino un breve desfile en el que se vieron algunas piezas de la colección que Custo presentó en Nueva York hace meses. Los estampados saturados y la explosión de colores marca de la casa se alternaron con prendas oversize y algunos minivestidos que recuerdan al Custo más filosixties de hace años.
Tras el show vino lo mejor: encima del escenario se instaló una barra de bar con sofás y pista de baile a la que fueron subiendo un puñado de afortunados escogidos de entre el público. Una selecta fiesta encima del escenario, a la vista de todo el resto de la fiesta. Muy posmoderno y muy exclusivo. Al final, el público tomó el escenario, que se llenó tanto como la pista. A medida que avanzó la noche fueron llegando refuerzos internacionales con la pulserita del Bread&Butter. La fiesta terminó a las tantas.Hasta la próxima, en seis meses, cuando Custo muestre la colección que presenta en la pasarela neoyorquina en un par de semanas.
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