Murcia es una expectación que se va confirmando día a día. «Nos enseña grandes cosas y algunas de ellas tienen que ver con la liberalidad, la tolerancia y la capacidad de integración», dijo el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez. Y para ir descifrando el botín de una tierra llamada a exportar la vanguardia de sus valores científicos y culturales, el Gobierno de la región y Unedisa, empresa editora de este periódico, han impulsado los Premios de las Artes y la Ciencia Murcianos del Mundo, en colaboración con la Caja de Ahorros del Mediterráneo y Caja Murcia. «Porque tenemos mucho que decir y mucho que hacer», subrayó el presidente de la comunidad autónoma, Ramón Luis Valcárcel.

La gala de entrega de estos galardones en sus cinco categorías: Letras (Gonzalo Sobejano); Artes Escénicas y Música (José Carlos Martínez); Artes Plásticas y Arquitectura (José María Torres Nadal); Cinematografía y Artes Visuales (Margarita Lozano); y Ciencia e Investigación (Pedro Guillén) fue una fiesta de emociones celebrada anteayer en la sede de este diario, donde se descorchó el secreto mejor guardado de la comunidad autónoma protagonista: sus creadores, su gente, su impulso por estar desde la rabiosa modernidad en primera línea de la Cultura.

Ni el trajín desolador del partido del Real Madrid contra el Betis, que pespunteó la cena con las precisas informaciones del presentador de la gala, el periodista deportivo Manu Sánchez, pudo ensombrecer una celebración en la que no faltaron las reflexiones sobre los grandes problemas a los que se enfrenta Murcia. En cabeza: la necesidad de agua y los peligros de las reformas estatutarias, aspecto fundamental que centró el discurso del presidente de Unedisa, Jorge de Esteban: «Si Tales de Mileto volviese a nacer hoy diría que el agua no es el principio de todas las cosas, sino causa de conflictos».

Luchas y enfrentamientos que tienen su origen, también, en la «mutación constitucional que una irracional reforma de los estatutos, empezando por el de Cataluña, que tendrá como consecuencia, si el Tribunal Constitucional no lo remedia, que nuestra Norma Fundamental se convierta en estricta letra muerta», dijo.

Un sabio en Nueva York

Después de una llamada a la solidaridad y al derecho, los galardonados fueron recibiendo la escultura de Cristóbal Gabarrón que corporeizaba sus premios. Abrió fuego el profesor de la Universidad de Columbia Gonzalo Sobejano, un sabio afincado en Nueva York desde hace 40 años y entregado al estudio de la mejor literatura en español: «Soy murciano en el mundo, sí. Y he dedicado algunos ensayos a otros paisanos excepcionales como Miguel Espinosa y Saavedra Fajardo», comentó este erudito cincelado en Mahattan.

Emotivo fue también el momento de entrega de su distinción a la gran ausente de la noche (por una grave afonía), la actriz Margarita Lozano, que desde la distancia quiso dedicar su premio a los más jóvenes y a otro paisano universal, Paco Rabal, con el que compartió cartel en Viridiana a las órdenes del genial Luis Buñuel. Recogió la escultura de este doble homenaje la viuda de Rabal, Asunción Balaguer. Salió después el arquitecto José María Torres Nadal, que apeló al deseo por «contribuir desde mi profesión a hacer la vida mejor». Y tras él, el bailarín de la Opera de París, José Carlos Martínez, ungido por Nureyev como figura del ballet. «Dejé Cartagena con 14 años para emprender una vida nueva en Francia y poder ser bailarín, algo que no es posible aún hoy en España. Pero no descarto volver y contribuir desde Murcia a la difusión de la danza. Y este premio me estimula a hacerlo». Directo y elegante.

El emotivo diapasón de la gala lo timbró el eminente traumatólogo Pedro Guillén, el mago del bisturí, según le dicen. «Soy un murciano de Archena que nació debajo de un tomate», bromeó. «En Murcia nos hemos abrazado a la innovación. Sé bien que la región y la universidad que no investigan se empobrecen. La ciencia es luz, una parte esencial de la cultura. Mi vida es el cultivo de cartílago y puedo decir que la articulación sobrevivirá. Hasta dañada, sobrevivirá», bromeó.

Una estimulante idea que recogió Pedro J. Ramírez: «Aquí está la clave», dijo en su intervención. «Podrá estar dañada, pero la articulación existe. Como demócrata me he quedado tranquilo al escuchar esta noche que las articulaciones dañadas tienen remedio con cirugía poco invasiva. Tenemos que seguir creyendo en una nación plural, no en una pluralidad de naciones».

En este sentido, Ramón Luis Valcárcel, presidente de la comunidad autónoma, cerró la ceremonia de entrega repasando las aportaciones culturales de la región a lo ancho de su Historia para definir la Murcia del siglo XXI. «Una región que es España y puede hablar de tolerancia, porque no podemos ni debemos renunciar a ella. Somos punto de encuentro y sabemos que es bueno sumar, unir en un mismo todo».

La mesa más animada de la gala fue la que ocuparon los ganadores de esta primera edición de los Premio de las Artes y la Ciencia Murcianos del Mundo. Un sabio profesor de literatura en Nueva York; un traumatólogo de referencia mundial que ha puesto de nuevo en pie las rodillas quebradas de los mejores deportistas de varias generaciones; un arquitecto con laboratorio en Alicante; y un bailarín afincado en París. Entre ellos se estableció la inmediata complicidad de los que llevan la vida hasta el extremo por una pasión inquebrantable. Por la mesa se cruzaron en la misma conversación los hispanos de la Gran Manzana, el 'spanglish', Vila-Matas, Roberto Bolaño y Camilo José Cela. Sin olvidar al singular escritor Miguel Espinosa, un autor de culto que jamás abandonó Murcia: «Como todo individuo de gran movilidad mental, tengo un amor orgánico y fatal a la fijación. Abomino la vida nueva y el lugar desconocido», escribió.

El jurado de los Premios Murcianos del Mundo lo formaron, por parte de la Comunidad Autónoma de Murcia, su presidente, Ramón Luis Valcárcel; la consejera de Economía y Hacienda, Inmaculada García; el secretario general de la Presidencia, José Antonio Ruiz Vivo; el presidente de Caja de Ahorros del Mediterráneo, Vicente Sala; y el director general de CajaMurcia, Carlos Egea.

De Unidad Editorial: Pedro J. Ramírez, director de EL MUNDO; Paolo Carrer, vicepresidente de Unedisa; Aurelio Fernández, secretario general de la Redacción; Blanca Berasátegui, directora de 'El Cultural' y Manuel Llorente, redactor jefe de Cultura.

Y los independientes Joaquín Cánovas, director de la Filmoteca de la Región; José Antonio Cobacho, rector de la Universidad de Murcia; Isabel Parra, directora del Museo de la Ciencia; el artista Cristóbal Gabarrón; y Angel Ferrández Izquierdo, presidente de la Academia de las Ciencias de Murcia.