La eliminación en la Copa del Rey ha traído varias consecuencias. Una de ellas fue el brusco frenazo en las negociaciones con el Milan para el traspaso de Ronaldo. Ayer, los enviados especiales del Milan se encontraron con enormes problemas para reanudar las conversaciones que comenzaron la semana pasada.
Resulta que Calderón entiende que sería muy poco justificable ante la afición, a la que el presidente intuye bastante molesta, prescindir del delantero brasileño, infrautilizado por Capello y apartado técnicamente por el italiano desde la derrota en Riazor ante el Deportivo.
'El Fenómeno' quiere marcharse al Milan, pero sabe que el tiempo corre en su contra, ya que el club italiano, que empieza a acumular enfado y cansancio con Mijatovic y compañía, podría echarse atrás. La misión de Capello y sus colaboradores sigue siendo la de convencer a Calderón de que lo mejor es venderle a toda velocidad.
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