El último trimestre de 2006 confirma lo que durante el resto del año había sido un indicador de cambio: la burbuja inmobiliaria sigue perdiendo volumen y los precios de la vivienda continúan la desaceleración con un crecimiento de sólo el 9,1% en los últimos 12 meses, la cifra más baja desde hace seis años.
Aunque este dato permite mirar con optimismo al futuro inmobiliario de España -ya que supone un importante freno al imparable ritmo que los precios tomaron en 2001- todavía queda tramo hasta que el aumento del coste de la vivienda se equipare al del IPC, un 6,4% inferior en el último año. La evolución del precio, que empezó con una variación trimestral en 2006 del 2,9% y se ha ido reduciendo paulatinamente hasta llegar al 1,7% en la última franja del año, tiene aún un amplio margen por recortar para que el acceso a una casa no sea una misión tan complicada.
El síntoma de desaceleración se hace más patente en el análisis de los pisos con más de dos años de antigüedad, donde el crecimiento se situó en el 8,6%, más de 12 puntos por debajo de los índices de 2003. La explicación, según el director de Arquitectura y Política de Vivienda, Rafael Pacheco, radica en que la compra de inmuebles ya no es tan atractiva para los inversores, que durante años habían ayudado a inflar la burbuja.
Por su parte, el incremento del precio de las Viviendas de Protección Oficial (VPO) se sitúo en el tramo final de 2006 en el 1,5% mientras que la variación interanual fue del 7,5%, lo que pone de manifiesto que mientras el crecimiento del precio de la vivienda libre va hacia abajo, el de la Vivienda Protegida sigue una tendencia alcista. Para Pacheco «el año que acaba de terminar ha sido el mejor ejercicio respecto al número de VPO iniciadas: 91.327 viviendas, con un incremento del 24,1% sobre el tercer trimestre de 2005».
El sector de la vivienda sigue sus propias reglas y difícilmente atenderá a la lógica de otros mercados. Y ello lo demuestra que mientras el crecimiento del precio de los pisos pierde reprise, el del suelo coge cada vez más fuerza. Según el mismo análisis del Ministerio de Vivienda, la variación en el tercer trimestre de 2006 (últimos datos disponibles) del coste de suelo urbano se situó en el 5,9%, cuando en el anterior periodo el crecimiento fue tan sólo del 0,3%.
El mercado se resiente
El mercado inmobiliario también se ha resentido en el último tramo de 2006, según se desprende del informe elaborado por el departamento de María Antonia Trujillo. El número total de transacciones inmobiliarias en el tercer trimestre de 2006 ha sido de 221.610, es decir, 30.030 operaciones menos que en el periodo anterior y 25.795 menos que en el cierre de 2005.
A juicio de Pacheco este dato demuestra que «el sector inmobiliario ha entrado en un periodo de normalización, donde las cifras, en todos los ámbitos, han dejado de ser tan desorbitadas». También se debe a que los inmigrantes han reducido el volumen de compra experimentado durante 2005: «los extranjeros residentes en españa han disminuido considerablemente la adquisición de viviendas y han fortalecido mucho más el mercado del alquiler», añadió Pacheco. En conjunto, los extranjeros residentes en España compraron 23.798 pisos, el 11% del total de las transacciones realizadas en el tercer trimestre.
Este descenso en el número de operaciones también ha repercutido en el valor de las transmisiones inmobiliarias -36,838 millones de euros en el tercer trimestre de 2006- , un 11,1% por debajo del valor de los tres meses anteriores y un 2,9% inferior al cierre de 2005.
Los últimos datos confirman que San Sebastián, Getxo y Madrid siguen con el título de las ciudades más inaccesibles para la compra de un piso, con 4.170, 3.863 y 3.728,4 euros por metro cuadrado, respectivamente. Al otro lado se mantienen como las ciudades más baratas Almendralejo (Badajoz), con 800,2 euros por metro cuadrado y Onteniente (Valencia), con 836 euros.