Fuentes de la Presidencia vasca consideraron «evidente que ha habido jóvenes que han practicado y practican de forma inhumana y estúpida la violencia mediante la kale borroka», comportamiento que consideraron «rechazable desde todos los puntos de vista porque con bombas no hay proceso, y la violencia y la kale borroka tampoco son un pilar sobre el que se pueda sustentar un proceso de paz».

Sin embargo, a continuación, las mismas fuentes precisaron que «de ahí a reconocer que Jarrai es una organización terrorista hay un trecho: el que va desde la resolución que hizo la Audiencia Nacional hasta la que ahora ha hecho el Supremo».

El fallo fue también criticado por el secretario general de Eusko Alkartasuna, Unai Ziarreta, quien lo consideró «cuestionable», y censuró que el Tribunal Supremo desempeñe «un papel político claro con una incidencia muy relevante en el momento político delicado» que atraviesa el País Vasco.

Ziarreta expresó su «preocupación» por que, en un momento en el que hay que «tender puentes y reconstruir confianzas que puedan haberse visto dañadas, ese tipo de resoluciones judiciales en nada ayuda a superar la situación».

El número dos de EA recordó que el recurso contra la decisión de la Audiencia Nacional fue interpuesto por la Fiscalía, que «depende del Gobierno del Estado español», y añadió que la resolución fue adoptada «con mucha debilidad», como, a su entender, evidencia que, «de los cinco magistrados encargados de dictar la sentencia, tres hayan optado por esta condena más gravosa, mientras que dos han mostrado su disconformidad a través de un voto particular».

Ziarreta denunció asimismo que «en el Tribunal Supremo, fruto del reparto del poder entre los dos grandes partidos, sigue marcando la orientación política el PP», y criticó que el Alto Tribunal continúa «alineándose con las tesis más retrógradas, que son las que propugna el PP».