Con este panorama, Metro anunció el jueves una serie de medidas, como colocar personal en los andenes de la línea 6 para facilitar el acceso a los vagones y evitar que el cierre de puertas se bloquee con las aglomeraciones, para paliar los problemas que últimamente afectan a esta línea. A partir de la semana que viene, se pondrán en marcha las medidas, aunque aún no se sabe cómo se organizará el dispositivo.

Desde la Unión de Consumidores de la Comunidad de Madrid-UCE, que ha denunciado que las averías en el suburbano aumentaron un 10% en 2006 con respecto a 2005, ven «manifiestamente insuficientes» las medidas anunciadas por Metro. Eustaquio Jiménez, secretario general de la organización, tachó de «falacia» la medida, pues considera que lo único que se puede conseguir con ella es que los pasajeros no puedan acceder a los vagones o que se frene aún más la circulación, según informa Servimedia.

Con vistas a las elecciones

En este sentido, Jiménez aseguró que en los muchos años que lleva funcionando el Metro es la primera vez que se vive una situación como ésta y atribuyó a un apresuramiento puramente electoralista las deficiencias que se están registrando en líneas con trenes nuevos como la 3 y la 7.

Desde la UCE también han puesto su propia campaña en marcha. En su caso, para animar a los usuarios a que reclamen cuando sufran una avería. En principio se editarán 150.000 ejemplares del folleto Cómo reclamar, que se distribuirán en las distintas oficinas municipales de información al consumidor, así como en oficinas regionales de información al consumidor. En una segunda fase, se repartirán de manera directa al usuario, a pie de calle, en las inmediaciones de las estaciones de Metro de Madrid con más afluencia de viajeros.

Desde el PSOE, llegaba ayer toda una declaración de intenciones de cara a las próximas elecciones de mayo. El portavoz socialista Rafael Simancas aseguró, junto al candidato a la Alcaldía, Miguel Sebastián, que la próxima legislatura será la de «la calidad, el confort y la eficacia del Metro y de todo el transporte público».

En un acto de homenaje a Enrique Tierno Galván, con motivo del vigésimo primer aniversario de su muerte, Simancas comentó que el principio de servicio a la ciudadanía que estuvo presente en la actuación política del viejo profesor pasaría estos días por «mejorar» el servicio del suburbano, que en los últimos 10 años se ha llevado 10.000 millones en inversiones.

Según sus palabras, el actual servicio es «un sumidero de interrupciones, de averías, de incidencias y de cabreo de la gente» en buena medida por una «mala» planificación.

En su intervención, se refirió a los problemas que afectan a la línea 6. Para descongestionarla dijo que se tendría que alargar la 11, una obra «de envergadura en la que no hubiera dado tiempo a cortar la cinta antes de las elecciones», según informa Efe.

Insistió en el problema de la falta de potencia y constancia del suministro eléctrico, el coste y los problemas que está dando el nuevo material móvil así como la reducción «año tras año» de los recursos de mantenimiento de Metro. A la medida de bajar personal a los andenes, le echó ironía: «Tenemos un problema con las aglomeraciones en el Metro y [Aguirre] va a contratar a 32 empujadores, aunque espero que no confunda nuestro ofrecimiento de colaboración institucional y no nos ponga a empujar a nosotros también».