Según la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, Fernando C.V., al que se le acusa de un delito de corrupción de menores, contactaba con los niños por Internet, con servicios de mensajería y canales chat, y mediante engaños conseguía que se tomaran fotos, que luego almacenaba.

El hecho de que fuera entrenador de fútbol generaba confianza entre los chicos, que accedían a sus demandas.

Desde hace varias semanas, los agentes estaban tras la pista de un pedófilo que, según mostraban las denuncias, operaba con víctimas repartidas por todo el territorio nacional.

El sospechoso adoptaba medidas de seguridad para evitar ser localizado, como conectarse a Internet desde cibercafés u otros lugares públicos, aunque se detectó que era frecuente que lo hiciera desde un centro cívico de la localidad madrileña de Leganés.

A partir de ese momento, se controlaron, con autorización judicial, las actividades en Internet del centro y fueron identificadas las dos últimas víctimas, dos chicos de 12 años, de Almonte (Huelva) y Arafo (Tenerife).

Se investigó el contacto que mantuvo el joven con los dos niños y se averiguó que los había convencido para posar desnudos ante una web cam, incluso en posturas de contenido sexual.

La detención del acusado se produjo el lunes, precisamente cuando mantenía en ese cibercafé una sesión de Internet de estas características. En el registro de su domicilio se confirmó que en sus agendas de contactos tenía hasta 600 direcciones de posibles menores, aunque aún pendientes de investigar.

El arrestado, que tiene antecedentes por amenazas, ha pasado a disposición judicial en Leganés.

La investigación ha sido dirigida por agentes del Grupo VIII la Brigada de Policía Judicial especializada en la investigación de delitos tecnológicos, en colaboración con la comisaría de esta localidad.

El entrenador arrestado ya contaba con antecedentes policiales por amenazas, según fuentes policiales. Ya ha pasado a disposición de un Juzgado de Guardia de Leganés.