El objetivo de la decisión adoptada por Joan Saura es garantizar que, en un plazo máximo de 48 horas, los agentes policiales puedan actuar en casos urgentes como pueden ser los maltratos, los delitos con violencia o las okupaciones ilegales y, de esta manera, evitar atrasos por culpa de la «pila burocrática», según informa Europa Press.

En la capital catalana, los Mossos reciben al año unas 40.000 propuestas de diligencia judiciales, de las que el 9% llegan con carácter de urgentes y deben resolverse en un máximo de 48 horas. El resto, las que el juez no ha catalogado como urgentes, tardan en solucionarse entre tres y cuatro semanas.

Según Saura, a partir de ahora, los Mossos revisaran unas 120 diligencias judiciales al día para determinar su urgencia. «Revisaremos todo aquello que nos viene», apuntó, «y al margen de lo que dicte un juez, estableceremos nuestro propio sistema de prioridades, de manera que habrá un doble filtro».

«No quiero tener ninguna excusa para que se diga que algo no fue calificado como urgencia y que los Mossos no hayan actuado como tal», indicó el conseller. Con tal objetivo en mente, el conseller de Interior ya ha dado «instrucciones» al Secretario de Seguridad Pública y al director general de la Policía para «revisar» todo el procedimiento de las prácticas judiciales que llevan a cabo los Mossos.

Para realizar este nuevo cometido y como será necesaria una nueva estructura de organización, el conseller de Interior es consciente de que quizás será necesario reforzar la plantilla de agentes destinada a estas funciones. «Espero que en un plazo corto, los responsables de la policía me den una propuesta», indicó.